
CHISPAS SAPIENCIALES
Libros Sapienciales del Tanaj —también llamados libros de sabiduría— ofrecen una mirada práctica, espiritual y profundamente ética sobre la vida, el propósito y el uso de nuestras capacidades.
En el canon hebreo, se consideran parte de los libros de sabiduría principalmente:
Mishlé (Proverbios)
Kohelet (Eclesiastés)
Iyov (Job)
(A veces se incluyen Tehilim – Salmos, especialmente los sapienciales)
¿Qué enseñan sobre nuestros dones y su propósito?
La sabiduría y el entendimiento son dones divinos
Proverbios 2:6. “Porque el Señor da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.”
Todo talento, habilidad mental o espiritual proviene de Dios. No es solo innato, sino concedido con propósito.
Nuestros dones deben usarse con responsabilidad y rectitud
Proverbios 3:27. “No niegues el bien a quien se le debe, cuando esté en tu mano el hacerlo.”
Si puedes hacer el bien —sea con tu sabiduría, tiempo, palabra, talento— no lo retengas. El don es para darlo.
El uso correcto de nuestras capacidades refleja justicia y temor de Dios
Proverbios 9:10. “El principio de la sabiduría es el temor del Señor, y el conocimiento del Santo es inteligencia.”
Nuestros dones deben estar orientados por la conciencia espiritual y la reverencia al Creador. No se trata solo de saber, sino de saber cómo y para qué.
Vanidad de los dones sin propósito divino
Eclesiastés 2:21. “Porque al hombre que ha trabajado con sabiduría, con ciencia y con rectitud, le toca dejarlo todo… ¿Qué provecho tiene?”
Kohelet plantea la pregunta existencial: ¿De qué sirve tanto talento si no hay propósito eterno?
Los dones no tienen sentido si se usan sólo para uno mismo.
No todos los dones traen alegría si se desconectan de Dios
Eclesiastés 6:2. “A uno le da Dios riquezas, bienes y honra… pero no le da poder para disfrutarlo…”
Tener dones no garantiza plenitud. Es el uso con sentido, humildad y propósito espiritual lo que da verdadera satisfacción.
La prueba del sufrimiento también revela el valor del alma y sus dones
Job 23:10. “Pero él conoce mi camino; me probará, y saldré como el oro.”
Los dones más profundos a veces se descubren o se refinan en la adversidad. El sufrimiento puede sacar fortalezas ocultas.
El sabio comparte lo que tiene: sabiduría, palabras, y justicia
Proverbios 10:31. “De la boca del justo brota sabiduría, pero la lengua perversa será cortada.”
El sabio usa su don del habla o del conocimiento para edificar, no para dominar ni manipular.
El don debe ser canal de vida.
“Mejor es el sabio que el fuerte, y el hombre de conocimiento que el valiente.”
Proverbios 24:5.
Los verdaderos dones no están en la fuerza externa, sino en el dominio interior, la sabiduría aplicada y el corazón alineado con Dios.
Proverbios 18:16 – El don abre puertas
«El don del hombre le abre camino, y lo lleva delante de los grandes.»
Este proverbio habla de cómo los talentos o habilidades personales (el “don”) pueden crear oportunidades.
Proverbios 3:9 – Honrar a Dios con lo que tenemos
«Honra al Señor con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos.»
Este versículo nos invita a usar lo que tenemos —incluidos nuestros dones— para honrar a Dios.
Salmo 100:2 – Servir a Dios con alegría
«Servid al Señor con alegría; venid ante su presencia con regocijo.»
Una exhortación directa: usar nuestra vida en servicio alegre a Dios, lo cual implica poner nuestras habilidades a disposición.



