Mi Kabbala – 11 Kislev 5784 – Sábado 25 de noviembre del 2023

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El Texto de Textos nos revela en Éxodo 20:8, “Acuérdate del día de reposopara santificarlos. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Creador; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó”.

Estamos llamados a obedecer לְצַייֵּתletzatet, lo que como creyentes nos llama a entender la importancia de considerar el domingo como el día más importante de la semana, séptimo día de tiene su origen en el día de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo razón de peso más que para celebrar ese misterio pascual semanal, para descansar de nuestras labores y conmemorar la resurrección de nuestro Señor, lo que no desdice de ninguna visión pero si nos invita a ir más allá de esa lectura litúrgica y ocuparnos de reflexionar si estamos alcanzando esa tarea de amar a nuestros próximos como a nosotros mismos.

Desde dichas visiones ese es el día en el que Cristo tras su reposo del gran Sabbat, inaugura el día que hace el Señor, el día que no conoce ocaso, el día del banquete, por lo que históricamente quienes se sienten parte de esa comunidad de fieles, en dicho día octavo se reencuentran con el Creador, ahora superando nuestra muerte física para resucitar con Él compartiendo más que ese acto a través de una sencilla pero trascendente cena, guardándonos לשמור y haciendo vigilia para dicho reencuentro.

Para los creyentes cristianos el domingo es el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del Señor, lo que no desdice de quienes celebran el שבת, shabbath, cesar, por lo que más allá de entrar en estos debates también hay que comprender que algunas de nuestras costumbres se conjugan, por lo cual algunas proceden de los antiguos Babilonios o de los Griegos, que tenían un día de descanso mientras que otras desarrollan esa visión los sábados iniciando dicha celebración el viernes en la noche cuando empieza a brillar la luna, terminando esta al día siguiente sábado cuando cae el sol. 

Todas nuestras costumbres parten de creencias, las mismas que se sustentan en interpretaciones no solo de textos sagrados sino de visiones ancestrales por lo cual es importante en algunos momentos tener en cuenta la etimología de algunas de esas expresiones que describen incluso aspectos astronómicos de planetas como Saturno y su influencia en nuestras vivencias, lo que implica que el concepto hebreo de Shavtai, יאַתְ, de acuerdo al Talmud nos hable incluso de este tipo de simbologías lo que nos llama como creyentes a ir más allá de esas tradiciones para enfocarnos a cada instante en Él.

Tenemos un día de entrega, de reposo que aunque las costumbres mercantiles lo han enfocado más hacia el descanso placentero ello no es óbice para que al dejar a un lado nuestras actividades laborales y enfaticemos nuestros seres y objetivos en el acercarnos más y más al Creador, de lo contrario y como viene sucediendo, nuestras agendas y hábitos nos seguirán llevando al mundo de Molov מֹלֶךְ‎ en donde celebraremos festividades que no tendrán siquiera un sentido alguno diferente al de encontrar placeres temporales.

El Texto de Textos nos revela en Mateo 12:12, “pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra”.

Oremos para que nuestra mayor labor en esta tierra sea la de adorar al Creador.

Mi Kabbala – 11 Kislev 5784 – Sábado 25 de noviembre del 2023
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