Mi Kabbala – 13 Adar II -5784 / sábado 23 de marzo del 2024

¿Ayudamos?

El Texto de Textos nos revela en Esther 9:30, “Y fueron enviadas cartas a todos los judíos, a las ciento veintisiete provincias del rey Asuero, con palabras de paz y de verdad, 31 para confirmar estos días de Purim en sus tiempos señalados, según les había ordenado Mardoqueo el judío y la reina Ester, y según ellos habían tomado sobre sí y sobre su descendencia, para conmemorar el fin de los ayunos y de su clamor. 32 Y el mandamiento de Ester confirmó estas celebraciones acerca de Purim, y esto fue registrado en un libro”.

Hay quienes afirman que más que ayunar debemos ayudar, incluso basados para ello en la palabra hebrea Purim, פּוּרִים que significa ayuda, lo cual se nos denota a través de algunas fiestas judías que conmemoran por ejemplo la liberación del pueblo judío del antiguo Imperio Persa, donde se había formado un complot para destruirlos. Celebración que inicia en este caso con el Ayuno de Ester, Taanit Ester, que se celebra el trece de Adar y que durante tres días invita a quienes tienen estas creencias a que recuerden cómo gracias a la oración y la confianza el Creador, Él nos salva y guía. 

Una lectura profunda de dicho texto nos deja además otras enseñanzas no solo para llenarnos de confianza y paz sino para comprender que en ocasiones nuestras aflicciones se convertirán en alegría gracias a que le creemos a Él, convirtiendo nuestros días en fechas alegres en donde por ello, debemos compartir el regalo de sabernos vivos. Lo cual quienes celebran el Purim expresan con obsequios a los más necesitados. Y aunque son costumbres de un pueblo, la mayoría de estas tienen que ver con una invitación permanente del Creador para todos sus hijos la cual implica, el ayudarnos עֵ֫זֶר ezer. 

En el fondo, la vida nos invita al intercambio de diversos regalos, nuestros dones, los cuales deben darse de forma recíproca para retroalimentarnos y alentarnos. Talentos que mirados desde la lógica cotidiana tienen que ver con dar de lo mejor de nosotros en pro del bienestar general. Por ello, quienes tienen la hermosa costumbre de compartir manot mishloaj o todo lo que se hace en esta festividad Hebrea, nos reiteran la importancia de refrescarnos con la palabra del Creador a diario, la misma que encontraron los patriarcas y que los llevo a recitar la lectura de la Meguilá o del Rollo de Ester מְגִילַת אֶסְתֵּר, para no perder de vista que ayudándonos nos liberamos de la esclavitud del pecado.

En algunas latitudes se celebra esta fecha con el uso de máscaras y disfraces, pero más allá de la postura que asumamos frente a este recordatorio, es de suma importancia que si queremos dedicarle nuestras vidas y dones al Creador, como Esther, entendamos que el ayuno es una ayuda para nuestros próximos, aun colocando nuestra propia vida en riesgo. Ayuda que no es dar de lo que nos sobra, sino de lo mejor que tenemos, ya que recibimos gratuitamente del Creador unos dones נֵ֫דֶה nedé, para colocarlos al servicio de todos.

Bien nos expresó el mismo Creador en sus diferentes parábolas, muchas de ellas tomadas incluso de los profetas del Texto de Textos que como Isaías יְשַׁעְיָהוּ‎, nos reiteran que el ayuno no es cuestión de posturas físicas o de una manifestación exterior de lamento sino una intención del corazón en donde debemos colocarnos prestos a escuchar al Creador y a servirle en sus propósitos, muchos de los cuales se traducen en amarnos.

El Texto de Textos nos revela en Mateo 6:17, “Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino sólo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará”.

Oremos y ayunemos para que nos motivemos a ayudar y servir más.

Mi Kabbala – 13 Adar II -5784 / sábado 23 de marzo del 2024
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