Mi Kabbala – 17 Kislev 5784 – Viernes 1 de diciembre del 2023

¿Nosotros?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 59:20, “Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice el Creador. 21 Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre”.

La Yód o Yúd (י) es la décima letra del alfabeto hebreo y llevada como analogía al español se afirma que deberíamos hablar mejor de un Yosotros en donde nos incluimos todos como creyentes, gracias a una visión social más amplia en donde nos sintamos parte y dejemos de percibirnos aparte de todo y de todos, lo que lógicamente nos denota como negamos la existencia en esta tierra de nuestro Creador e incluso de nuestra esencia espiritual, para perpetuarnos en un ego que solo denota nuestra ignorancia y el poco valor que le entregamos a todo lo que Él ha hecho por nosotros.

Quizá por ello el pronombre yo אֲנִי, ani, llevado a nuestro ego máximo nos demuestra que aunque deberíamos leerlo como la primera persona del singular imperfecto: ser, lo visionamos equivocadamente igual que algo lejanos a nosotros mismos, obviándole y por ende a nuestra única guía hacia esa salvación: el Espíritu Santo, ser que nos permite no solo entrar en comunicación con esa dimensión sino el retornar a ese espacio celestial que estando en nuestro interior no atendemos producto del pecado, dejando de coordinar nuestra propia voluntad y perdiendo así esa Fe.

Él es nuestro Yo Soy, ehyeh Ehyeh-Asher-Ehyeh אֶהְיֶה אֲשֶׁר אֶהְיֶה y como creyentes debemos de ver en nuestro Señor Jesucristo a esa luz que ilumina nuestro diario camino, el cual como único mandato nos pide dejar de retroalimentarnos del árbol del conocimiento del bien y del mal para alimentarnos de Él, el pan y Árbol de Vida, la fuente que nos permitirá no volver a tener deseos y sed de este mundo, en donde tristemente nos cuesta mucho el nutrirnos de los frutos originales del amor, vinculo que nos integra con ese fluir universal que Él nos otorga si se lo permitimos.  

Emanuel como visión עִמָּנוּאֵל, Immānûʼēl, implica saber que está con nosotros para no seguir confiando en luces artificiales que nos llevan a pensar que tenemos la capacidad mental de crear diferentes tipos de energías, aparentemente limpias, fijándonos mas en la luz solar que en la suya, cuando podemos transformar este mundo solo gracias a Su guía, más parece que el seguir actuando a nuestro acomodo no lo vemos como un error, por el contrario seguimos consolidando esa final apocalíptico gracias a quienes no piensan en la subsistencia humana sino en los deseos de su insaciable ego.

Aceptar que, el Yo soy, el soy el que soy אֶהְיֶה אֲשֶׁר אֶהְיֶה, cual rayos infrarrojos nos abre nuestras mentes para poder ver y entender que nuestra oscuridad y vacío se llena es con el amor que Él nos demostró cuando se hizo hombre, logrando por ende con esos sus mensajes vencer también nosotros ese pecado que nos lleva a la muerte producto de nuestra desobediencia. Todos tenemos el derecho a vivir así algunos sigan reproduciendo nuestra extinción debido a que continúan en sus oscuridades, כֵּהֶה, kehe.

El Texto de Textos nos revela en Mateo 2:1, “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo”.

Oremos para que Jesucristo ilumine nuestros diarios pasos.

Mi Kabbala – 17 Kislev 5784 – Viernes 1 de diciembre del 2023
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