Mi Kabbala – 25 Tevet 5784 – domingo 7 de enero del 2024

¿Inocentes?

El Texto de Textos nos revela en Habacuc 1:13, “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él, 14 y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne?”

Se dice que la palabra inocencia תום nos habla no solo de sencillez, de ingenuidad, sino que además nos invita a entrar en aquello que no nos hace daño o mal. Y aunque hay quienes lo asimilan a sentirse ajeno o no percibirse responsable de algún acto incluso de esos que inconscientemente cometemos, está claro que frente al Creador aunque somos pecadores desde cuando con Adán como padre de nuestra generación escogimos retroalimentarnos del árbol del conocimiento del bien y del mal, separándonos de Él, también es cierto que debemos hacernos conscientes de nuestras inconciencias.

Distorsión que se refleja en nuestras diarias confusiones que se trasladan a nuestras tradiciones paridas de esas ignorancias en donde celebramos un día de los inocentes, no tanto para recordarnos la matanza de infantes realizada por el Rey Herodes al ordenar asesinar a todos los niños menores de dos años en Belén,בית לחם Bet léjem, Casa del pan, Judea, con el objetivo de conservar su poder, tras el anuncio del nacimiento del Mesías, futuro Rey de Israel, sino con motivos que incluso desdicen de dicha conmemoración.

No podemos olvidar que en esa fusión de costumbres dicha propuesta se paganizó con la fiesta romana de los locos, en donde para quienes siguen estas visiones primaba el desenfreno. Por lo tanto, si queremos alejarnos de esas alucinaciones y reenfocarnos en algo, lo ideal sería el buscar volver a ser niños, sí inocentes o sea seres que confían, bataj בָּטַח, en su Padre Celestial y se dejan guiar por su palabra humildemente, la misma que como esencia nos llama a vivir fraternal e inocentemente.

Cada quien escoge entonces de las diferentes visiones según le parezca pero es necesario que aun entendiendo la inocencia desde esa condición que asume un ser cuando se siente libre de culpa e incluso de pecado, nos propongamos sacar esa malicia de nuestras mentes y la picardía de nuestras bocas o hasta la mala intención que cogobierna nuestras relaciones y nos decidamos por acercáramos a diario al Creador en busca de su redención ג א ולה Gueulá.

Para pasar por inocente desde esa perspectiva no deberíamos buscar burlarnos de otros, sino más bien el imitar a quienes se quieren hacer conscientes de todo lo maravilloso que nos otorga el Creador y que nosotros por estar distraídos en chistes pesados no logramos percibir, enfocándonos desafortunadamente no en dejarnos guiar como niños respetuosos de Él sino como jóvenes rebeldes por sus desenfrenos, quizá por ello Herodes como concepto nos lleva a הורדוס hordos lugar de origen de este rey, pueblo al oeste de Edom Arad ערד, verbo que significa huir o ser libre, por la palabra חרד a’rad que significa temblar o tener miedo, siendo a’or su primera silaba de Hor הור que con Air עיר nos habla de una ciudad para denotarnos como creyentes todo lo que significa el sabernos inocentes.  

El Texto de Textos nos revela en Juan 9:2, “Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras del Creador se manifiesten en él”.

Oremos para que cual niños inocentes nos dejemos guiar para retornar al cielo.

Mi Kabbala – 25 Tevet 5784 – domingo 7 de enero del 2024
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