Mi Kabbala – 26 Kislev 5784 – Domingo 10 de diciembre del 2023

¿Futuro?

El Texto de Textos nos revela en Genesis 2:2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

Somos hijos del octavo día lo que quiere decir el visionar que mientras el mundo busca el séptimo día en pro de nuestro retorno a casa, los salvados por nuestro Señor Jesucristo debemos por fe visionar nuestro Shemini atzeret שמיני עצרת, preparándonos para vivir a su lado el octavo día gracias a Su resurrección, lo que implica que esa eternidad está esperando por nosotros, quienes en estos días desafortunadamente obviando ello preferimos distraernos en aquello que poco tiene que ver con nuestra trascendencia.

Nuestro Padre, El Eterno נצחי, ha preparado para nuestro retorno como hijos pródigos todo un banquete celestial, por lo cual no hay mayor propósito en este mundo que entender que el primer día de la semana; cuando Él nos rescató de la muerte se convierte en la invitación a continuar en busca de la eternidad que para nosotros será el octavo día a su lado, lo que se traduce en trabajar en este plano terrenal para integrarnos a Él a través de su obra desde ya preocupándonos más que por el futuro, ocupándonos de la eternidad.

La heth ח, como octava letra del alfabeto nos llama a que nuestras palabras intenten dejar a un lado esa vieja forma de pensar que nos ata a esa creación pecaminosa y volver a nacer, asumiendo lo trascendente como misión, para no seguirnos distrayendo en propósitos mercantiles ilusorios que nos esclavizan a las limitaciones de lo finito y entrar en el ámbito de lo infinito, lo que se traduce en amar a nuestros próximos como a nosotros mismos y lógicamente a nuestro Padre Celestial y Creador por sobre todas las cosas.

Aser אָשֵׁר, felicidad e Isacar יששכר Yissajar, recompensado, octavo y noveno hijos de Jacob nos recuerdan que nuestra meta se concreta al acercarnos más y más a Él siendo guiados por su Santo Espíritu, hacia ese octavo día después del fin, en donde nos alejamos de esa vieja existencia, para ir más allá de ella, al octavo día el de las primicias, el de la eternidad. Lo que quiere decir que el Mesías debe renacer en nuestros corazones siendo básico que entendamos que cómo hijos Pródigos Él nos espera en casa para vencer todas las limitaciones y vivir a Su lado después del fin en em ámbito de lo celestial.

Entender que no somos de este mundo y que Somos hijos se traduce en que nos visionemos viviendo en ese octavo día, lo cual además nos obliga a vivir más allá de la carne, בְּשַׂר, basar, más allá del mundo, más allá del yo exterior egocéntrico, más allá de lo viejo, en el más allá del ahora, que disfrazamos de futuro, por lo cual ese debe ser nuestro único propósito, el sabernos sus hijos y por ende el reconocer que Él sigue esperando que nos dejemos guiar por su Santo Espíritu y retornemos a su lado para vivir el octavo día de la creación para que compartamos con Él la recompensa feliz de sabernos suyos.

El Texto de Textos nos revela en Romanos 6:5, Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”.

Oremos para comprender que el Creador nos esta esperando en el octavo día e la creación.

Mi Kabbala – 26 Kislev 5784 – Domingo 10 de diciembre del 2023
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