Mi Kabbala – Adar 12, 5783/Sábado 4 de Marzo del 2023

¿Pozos? 

El Texto de Textos nos revela en Génesis 21:28, “Entonces puso Abraham siete corderas del rebaño aparte. 29 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte? 30 Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.  31 Por esto llamó a aquel lugar Beerseba”.

Cuando caemos en un pozo nos quedamos completamente a oscuras quizá por ello en algunos momentos nos sentimos así: encerrados, por lo que en términos generales un pozo tiene que ver con una perforación que se le hace a la tierra, sin embargo, no podemos obviar que en las profundidades de esta regularmente podemos obtener agua, aljibe que nos expresa que aún en espacio desértico, en esa profundidad podemos obtener ese líquido vital. Analogía que nos permite espiritualmente comprender como en nuestras rutinas oscuras podemos encontrar en la palabra del Creador ese pozo profundo de amor para saciar nuestra sed y degustar de Su agua de vida para así no desfallecer. 

La Biblia esta plagada de reflexiones al respecto de cientos de pozos, pero hay algunos en especial, que vale la pena tener en cuenta a la hora de recabar en lo que allí nos quiere ilustrar la palabra, así que al releer la historia del pozo de Beersheba באר שבע debemos asumir como enseñanza que en ocasiones bebemos del agua equivocada, pues así como Abraham al entrar en conflicto con el poderoso rey de aquel territorio, Abimelec de Gerar, logro zanjar dicha diferencia, los creyentes podemos como los siervos de Abimelec terminar tomando agua de un pozo que no es acto para nosotros como rebaños del Creador.

No olvidemos que ese pozo produjo que estos dos hombres acordaran en hacer un tratado de paz por el cual Abraham le dio al rey siete ovejas y a cambio el rey hizo una juramento de nunca volver a hostigarle, lo que también nos enseña la importancia de saber cuál es nuestra fuente de agua viva la cual nos permite además vivir en paz y armonía con los otros. No es casualidad que ese mismo pozo nos lleve dentro de nuevas lecturas Bíblicas a reflexionar en cómo en ocasiones no reconocemos por la falta de guía del Espíritu Santo todo lo que significan esos entornos tal como le sucedió inicialmente a Isaac.  

Pero gracias a esos y a otros pozos según los estudiosos, ubicados allí, en esa ciudad de Beershebade be’er, que traduce juramento y shevuah, de los siete, sheva, podemos encontrar una referencia directa a otro concepto profundo como: El que vive y me ve, lo que lógicamente nos denota el ver en ese pozo además de una fuente de agua viva como nos lo enseño Jesucristo, el vislumbrar como Isaac, esa confianza de saber que nunca desaparecemos de la vista del Creador, ni aun suponiendo que nadie nos ve, ya que Él sí, por lo cual no solo nos alimenta, sino que nos alienta.

Bien se sabe que el agua es uno de los elementos más importantes para nuestra supervivencia, lo que nos obliga a beber de esta fuente limpia a menudo intentando como creyentes, al hacer este acto, el reconocer como estos patriarcas que Él nos otorga todo lo que necesitamos para subsistir, lo que implica no solo colocar nuestra confianza en su provisión y guía, sino también nuestra voluntad en sus mandatos y preceptos.

El Texto de Textos nos revela en Juan 7:38, “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”.

Oremos para beber del pozo en donde nos llenamos del agua de vida de nuestro Creador. 

Mi Kabbala – Adar 12, 5783/Sábado 4 de Marzo del 2023
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