¿Nación?
El Texto de Textos nos revela en Deuteronomio 7:6, “Porque tú eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para ser pueblo suyo de entre todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra”.
El mes de Iyar, octavo mes del año civil y el segundo mes del año eclesiástico en el calendario hebreo es quizá uno de los más importantes para Israel como nación. Tiempo que en nuestro calendario gregoriano se encuentra entre abril y mayo. Y es que en este mes Israel como Nación retorna a su tierra prometida en los últimos tiempos. Goy גוֹי, nación: concepto que aunque describe también a los egipcios, babilonios o asirios, contiene una visión mesiánica en la que ninguna nación levantará la espada contra otra.
En aquellos días no tendremos diferencias de fondo entre judíos y gentiles y aunque siempre serán el pueblo elegido, debido a que ellos tienen la responsabilidad como tesoro especial de mantener históricamente la Palabra del Creador entre las demás naciones, muchas de ellas idolatras y paganas. Ellos como primogénitos son el canal de bendición para todos los pueblos de la tierra, que como hijos hacemos parte de ese árbol genealógico que inicio con Abrahán del cual surgió Israel y del que finalmente nació el Mesías.
Pronto llegará momento de cumplir la profecía en la cual todas las naciones (goim) acudirán a Jerusalén para adorar al Señor en perfecta armonía, espacio que algunos estudiosos ya no fijan en este planeta ni en esta dimensión, sino que trasladan a nuestro paraíso eterno. Lo importante entonces por ahora es ser como Moisés, fieles en esta la casa del Creador dando testimonio incluso de obediencia a unos preceptos y guiando fruto del Espíritu Santo y su amor con nuestro sabio ejemplo a nuestros hermanos.
Moisés a través de la Torá, nos guía a través de ella para librarnos de la esclavitud del pecado y allí los creyentes encontramos los cimientos para ser fieles al Creador, recordando que Jesucristo quien es la misma Palabra nos pide también que nos amemos alejándonos de tantas absurdas rivalidades que como hermanos han marcado nuestras tradiciones. Confrontación que incluso Moisés tubo que padecer con Miriam, quien no solo se burló de su esposa sino que le acusó de acaparar poder, por ello como castigo por esta insubordinación, el Creador aflige a Miriam con lepra.
Atendamos a Moisés y a través de sus propuestas bendigamos a la nación de Israel asumiendo para ello la guía de este y otros patriarcas que nos llaman a ser humildes para acogernos a la justicia divina sabiendo que no existen enemigos sino hermanos equivocados que necesitan de nuestras oraciones profundas y sinceras como las que están plasmadas en el Texto de Textos para que llegue la sanidad y la paz a todas las naciones, lo que debe comenzar siempre en nuestros corazones y hogares.
El Texto de Textos nos revela en Romanos 11:24, “Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?”
Oremos por Israel y por todas las naciones para que nos hermanemos.