Mi Kabbala – Iyar 7, 5783/Viernes 28 de abril del 2023.

¿Ungidos?

El Texto de Textos nos revela en Lamentaciones 4:20, “El aliento de nuestras vidas, el ungido del SEÑOR, fue atrapado en sus fosos, aquel de quien habíamos dicho: A su sombra viviremos entre las naciones”.

En nuestras diferentes lecturas Bíblicas se nos habla continuamente del Mesías: el Salvador o Redentor, sin embargo, existen conceptos variados al respecto, que van desde la visión de el mismo Creador humanándose como lo aceptamos los creyentes hasta un rey ungido por el Creador, humano, que como David, heredará el trono para ser guiado por el mismo Creador y posibilitar un reinado lleno de paz y prosperidad. Conceptos que no desdicen los unos de los otros, pero que si nos invitan a comprender como creyentes en su todo, que nuestro único rey, señor y redentor es el Creador.  

Para poder comprender mejor esta visión en donde Jesucristo representa tanto al Creador humanándose, como al rey, descendencia de David que anhelan algunos Judíos, se hace preciso entender que así como en el antiguo Israel, se solicitó al Creador a través de los profetas un rey humano, y ellos asumieron la costumbre de coronarles no tanto con joyas en su cabeza sino con aceite derramándole este sobre ellas, también esta el otro ritual sagrado que nos lleva al meshija משיחה o ungido, el cual a su vez conlleva un concepto superior para que dicho rey fuese llamado y aceptado como tal: el mashiaj משיח o el ungido.

En el caso de Jesucristo el cual para algunos judíos, no cumplió con esta u otras premisas premonitorias, fue María quien tomo el lugar del profeta, ya que ella esperaba con fervor la llegada prometida del rey redentor, descendiente de David, quien mientras cenaban en casa de Simón, el leproso, en Betania, derramó sobre la cabeza de Jesús un frasco entero de un caro aceite perfumado. Y aunque quizá los asistentes no entendieron el por qué María hacia esto, ella sabía que debía ungir a Jesucristo.

El Creador sabe el cómo y el para qué de algunas cosas y ese acto sencillo de María cumplía por lo tanto con dicha presagio mesiánico ya que solo ese aceite, el más preciado, perfumado con nardo, sería el adecuado para ungir al hijo del Creador, que se humano para salvarnos y denotarnos que con su reinado transformaría nuestras realidades. Y aunque aún se mantiene el paréntesis de misericordia creado por Él para que todos los creyentes nos acojamos a su reinado, llegará el momento, su segunda venida en donde cumplirá con todas las visiones mesiánicas especialmente las judías.

Los creyentes como María estamos llamados a empoderarnos reconociéndole como nuestro Mesías, rey y señor, ungiéndole con el aceite de nuestro amor, entendiendo que otros que están más apegados a sus razones y creencias que al Espíritu Santo no tendrán el valor para proclamar a Jesús de Nazaret como el Mesías. No podemos olvidar que ese mismo termino hebreo mesías, se convirtió en la palabra griega christos, por lo cual los seguidores de Jesucristo somos llamados cristianos.

El Texto de Textos nos revela en I de Juan 2:20, “Pero vosotros tenéis unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis”.

Oremos para ungir con nuestro amor al Creador. 

Mi Kabbala – Iyar 7, 5783/Viernes 28 de abril del 2023.
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