Mi Kabbala – Siván 22, 5783/Lunes 12 de Junio del 2023

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El Texto de Textos nos revela en Números 33:55, “y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis”.

Nuestra visión como sistema esencial de la nuestra mente y su imaginación permite a nuestras almas el recrearse en imaginarios que cual alucinaciones se proyectan haciéndonos percibir una realidad alucinante distinta a la exterior de la cual solo percibimos una mínima parte, mundo de sueños y anhelos que nos distrae con sus signos y símbolos llenándonos de antagonismos debido a que interpretamos todo no como manifestaciones de la divinidad sino como satisfactores para suplir nuestras sesgadas expectativas. 

Desde esa perspectiva la letra Ayin, ע, corresponde para quienes así lo creen al ojo, y aunque para algunas personas significa vacío o la nada y hasta la destrucción, este símbolo nos ratifica que todo tiene una relación, en donde el viento y sus ruidos aunque nos hagamos los sordos nos revelan la necesidad de rasgar el velo que tenemos frente a  esa visión egoísta y percibir otra realidad que abra dichas ventanas o velo de ese templo corporal para con esa luminosidad divina entender que la verdadera vida. 

Ayin puede también servirnos de advertencia, frente a las crisis para cuestionarnos llevándonos a que tengamos en cuenta todas las señales y alarmas que regularmente desatendemos, mientras seguimos edificando nuestras torres de Babel con nuestras desinformaciones, para lo cual deberíamos cerrar nuestros parpados y proponernos un crecimiento interior y una evolución espiritual, cultivando para ello a diario una dinámica de vida diferente en donde nuestros anhelos y sueños sean para compartir y no para competir.

Esta décima sexta letra del alfabeto hebreo, no tiene equivalente fonético con las lenguas occidentales, aunque se cree que corresponde a la letra griega ómicron, O, la misma que la cultura egipcia llamo udjat, ojo de Horus y a la que desde dicha perspicacia la gematria le da un valor numérico de 70 para insinuarnos que debemos percibir mejor las cosas y así poder derrumbar esas barreras que nos instan a engaños, para poder pasar de lo invisible a lo visible y viceversa siendo nuestro deber el iluminar nuestros ojos interiores con la Palabra del Creador para permitirnos tener una percepción diferente del mundo.

Nuestro Señor Jesucristo nos denoto que existe la posibilidad de una percepción más directa del mundo espiritual, una que no requiere de intermediarios y que nos llevaría a vislumbrar esa otra realidad, por lo que se trata de lograr que nuestra visión logre percibir ya no solo el origen y la causa de las cosas, sin detenerse en las apariencias, sino también que en cada partícula podemos encontrarnos con esa fuente de agua viva fruto de atender Su palabra y a través de ella transformar nuestras coexistencias.

El Texto de Textos nos revela en Mateo 5:29, “por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”.

Oremos para que con nuestra vista podamos percibir las diarias manifestaciones invisibles de nuestro Creador. 

Mi Kabbala – Siván 22, 5783/Lunes 12 de Junio del 2023
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