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Mi Kabbala – Sivan 25 – lunes 1 de Julio del 2024.

¿Recrearnos?

El Texto de Textos nos revela en Genesis 2:18, “Y dijo el Señor nuestro Creador: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”.

La palabra crear, בָּרָא, bará, nos ofrece como cualquier otro termino diversos significados, algunos incluso tan distintos que podría pensarse que llegan a oponerse, probablemente por ello cuando hacemos referencia a cualquier expresión no debemos quedarnos con el único significado que suponemos así este nos parezca general, sino que como creyentes podemos profundizar para poder asumir otros contextos a los que este también puede estar haciendo referencia divina ese término, ya que todo fue hecho por Su Palabra y todo nos da señales de Él siendo necesario recrearnos en ella.

Cuando leemos el contexto del cómo Adán y Eva fueron creados, debemos como creyentes interiorizar que dicho termino en hebreo original vislumbra una profunda diferencia, muy significativa por cierto, a lo que tradicionalmente asumimos desde nuestra traducción e interpretación sesgada, ya que cuando Adán fue creado, la Tora usa el verbo yatzar, יצר, que significa Él modeló, denotándonos como analogía que actuó como los alfareros que modelan cuencos de arcilla y que por defecto gracias a ese verbo se nos incita a asumir que Su creación fue moldeada desde el polvo de la tierra, por su Palabra.

Para el caso de la creación de Eva, se utiliza otro verbo baná, בנה, que significa Él construyó, siendo este el único momento en la Biblia en el que la palabra construir se podría entender desde nuestras interpretaciones al respecto de crear, ello, porque el verbo baná, בנה, está relacionado con la palabra biná, בינה, que significa inteligencia, perspectiva lingüística que sutilmente nos demuestra que desde el principio la mujer fue dotada de un sentido superior del conocimiento, ya que podía procrear, construir una vida, mientras que el hombre simplemente se recrea en lo creado.

Nuestra diaria tarea nos llama a comprender que nuestra inteligencia, la cual contiene solo apartes de la sabiduría, חָכְמָה, chokmah, viene de Él y nos debe servir para recrearnos en Su obra, en todo lo creado, usando ese don racional como nuestra mayor herramienta de comunicación, ya que como insumo que nace de Su palabra podemos procesar dichos conocimientos para reproducir a través de estos imaginarios el reconocimiento de sabernos Sus hijos, ratificando así que Él nos creó desde Su modelo mental y aunque ahora estamos confundidos en nuestras propias mentes producto del pecado debemos reorientar hacia esos sus propósitos nuestros pensamientos recreándonos en Él.

Como Saul, שָׁאוּל, no cometamos el error de mal usar nuestra creatividad, pidiéndole al Creador insumos que solo fomentan nuestros libertinajes, sino que intentemos recrearnos de tal moda que mantengamos cerca del modelo original que Él mismo diseño para nosotros, el cual con sus preceptos y mandatos reorienta nuestras coexistencias, o de lo contrario nos seguiremos recreando en todo aquello que poco tiene que ver con Él abusando de nuestros dones, razón por la cual la vida nos llama la atención para que en vez de creernos lo que no somos, creamos en Él y a la vez le creamos para que nos dejemos guiar por su Santo Espíritu.    

El Texto de Textos nos revela en Hebreos 3:4, “Porque toda casa tiene su constructor, pero el constructor de todo es el Creador”.

Oremos para que nuestra creatividad sea guiada por el Creador.