¿Hablar?
El Texto de Textos nos revela en Génesis 11:9, “Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió el Creador el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra”.
Desde el momento en que fuimos creados se nos permitió contar a imagen y semejanza de nuestro Creador con la capacidad verbal de crear, lo que se traduce en utilizar nuestras palabras para consolidar con ellas una realidad. Narración que nos posibilita el llamar a lo que está a nuestro alrededor con un nombre para darle un sentido y significado a cada cosa en la que nos recreamos. Proceso que es único en los seres humanos y al que le debemos contradictoriamente buena parte de nuestras confusiones.
Lo que quiere decir que todos teníamos una primera lengua original procedente de Adam q quien el Padre Celestial le permitió llamar todos las cosas dándoles un nombre. Perspectiva que mirada desde la lógica informática virtual del mundo nos proyecta una especie de hologramas a través de los cuales la moléculas de luz de juntan para consolidar esa realidad verbalizada que naciendo de nuestros imaginarios se reproduce en el mundo exterior.
Complejidad a la que debemos sumar, de acuerdo a la historia Bíblica judía, que fruto de ese orgullo egocéntrico nos llevo a querer sentirnos más que el Creador por lo cual se dio la Torre de Babel en donde dejamos de hablar un mismo idioma: el hebreo original, para caer en una serie de confusos lenguajes finitos con los cuales queremos explicar tanto lo infinito como lo ilimitado de la Creación. Así que a partir de ese momento esa capacidad de recrearnos en lo creado se complejizo ya que cada lengua le da a sus entornos los nombres que considera mas apropiados.
La palabra babel בבל proviene de la misma raíz que la palabra balal (בלל), que significa confundido, por lo que lo ideal seria que aceptando que hemos vivido de todas esas milenarias confusiones fruto de estar alejados del Creador nos permitamos el acercarnos a Él a través de su palabra dejando que Él nos guie y nos revele los nombres de las cosas como son para que de esa forma nosotros podamos vivir conforme a lo que Él determino desde el momento que con esas Palabras creo y nos recreo en toda su obra.
Quizá por ello se nos insinúa en el Texto de Textos la necesidad de usar nuestro lenguaje para alabarle permanentemente con frases como: aleluya (הללויה). Alelu (הללו) y Yah (יה). Llamado grupal para alabar a YHVH (יהוה) o Jehová, nombre sagrado de alto impacto si nos dejamos guiar por sus preceptos y mandatos. Por lo cual no hay nada más grato que Alabar al Creador por todo y por todos para que la confusión de la torre de Babel no nos siga afectando suponiéndonos creadores y de nuestras propias existencias violentando incluso con ello los modelos naturales.
El Texto de Textos nos revela en I de Corintios 2:14, “Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu del Creador, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente”.
Oremos para que nuestro lenguaje este acorde a la Palabra del Creador.