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Mi Kabbala – 1 Shevat 5783 /Dom 22 de Enero del 2023.

¿Iluminados? 

El Texto de Textos nos revela en I de Reyes 19:12, “Después del terremoto, un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible. 13 Y sucedió que cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con su manto, y salió y se puso a la entrada de la cueva. Y he aquí, una voz vino a él y le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 14 Y él respondió: He tenido mucho celo por el Creador, Señor de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas”.

Se entiende como Luz אור, no solo aquello que ilumina nuestros entornos sino todo lo que constituye al universo y por ende, todo aquello que llena nuestras existencias fruto de dicha energía que es Su Palabra y que traducimos como creatividad, la cual irradia nuestras relaciones. Como seres de luz dicha energía espiritual nos denota nuestra conexión con el todo lo cual se manifiesta a través de nuestras interacciones armónicas y fraternales llenándonos de ese sentido de unidad el cual nos da mayor claridad interior para poder comprender esa otra nuestra realidad material oscura. 

Estamos presos en este mundo producto de nuestra lejanía y desconexión con esa Luz Divina, sombras que no nos permiten reconocer Su Espíritu, dejando nuestra alma aislada en nuestras mentes, reproduciendo una realidad que poco interactúa con lo espiritual, sin embargo en lo físico también se nos llama la atención para comprender nuestra identidad, desde el mismo iris de nuestros ojos o la huella dactilar, más preferimos alejarnos de esa esencia que nos hace únicos e irremplazables: hijos del Creador, suponiéndonos indignos materialmente de compartir esta creación desintegrándonos así de su esencia. 

La tarea voluntaria diaria es por lo tanto, buscar esos niveles de iluminación en vez de dejamos guiar por otras luces que con sus fluidos nos parecen más atractivos, interconectándonos a luminarias artificiales que como el mismo sol solo son reflejos de esa luz Divina. Todo nos habla de nuestra esencia y coexistencias espirituales, pero alejados de ese brillo divino evitamos percibimos así afectándonos en nuestras oscuridades. 

Cuando se habla de un despertar espiritual no solo para nuestros seres sino también en nuestros entornos, ello se debe traducir en una vida que nos motive a alcanzar una nueva dimensión interior, la cual debe irradiarse en los otros para que esos entornos también descubran esa posibilidad de experimentar de dicha divinidad, que no es otra cosa que encontrar el auténtico sentido de nuestras existencias y con ello el propósito de nuestra relación con todos los seres que también forman parte de este universo. 

La Biblia es clara en presentarnos esas manifestaciones de Luz que debemos convertir incluso en revelaciones a medida que aprendemos a descubrir todo aquello que siendo obvio, no percibimos, simplemente porque estamos desconectados e incomunicados de esa entidad que al calificarla como sobrenatural, la alejamos más y más de nuestras existencias. Incluso quienes hablan de Nirvana más allá de su visión sánscrita nos invitan también a experimentar ese estado de iluminación divino que se alcanza gracias a una interiorización que logra su punto máximo fruto de la oración.

El Texto de Textos nos revela en Juan 14:26, “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho”.

Oremos para que sea el Creador y su palabra el que ilumine nuestra vida espiritual.