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Mi Kabbala – 12 Iyar – domingo 19 de mayo del 2024.

¿Señales? 

El Texto de Textos nos revela en Daniel 2:28, “pero hay un Creador en el cielo que revela los misterios”.

La movilidad, zaz, זז, en todos sus aspectos nos denota la importancia de demarcar muy bien nuestros caminos y vías dándole así a estos pictogramas otros significados, para visionar el cómo estos nos orientan, al punto de identificarnos con esos espacios, siendo esos entornos los imaginarios que escenifican además las situaciones vivenciadas, dándole a estos signos y símbolos un sentido, esquema y representación que además de enseñarnos, nos guía al punto que estos recuerdos se involucran internamente con lo que externamente esa imagen o figura nos comunica. 

Así es como cada imagen, tzelem, צֶלֶם o pictograma representa para nosotros un objeto, un concepto, que gracias a esa simbología se articula a un mensaje a través de los cuales consolidamos nuestro lenguaje, el mismo que no solo nos informa, sino que le da una orientación y no otra a nuestras propias existencias. Recurso comunicativo que, pareciendo de carácter visual, nos reubica en esos diversos contextos de nuestra vida otorgándole un significado a lo vivido, lo cual expresa algo más que esa información de la que dependemos. 

Lógica que aterrizada a conceptos de gematria y a sus interpretaciones nos sirve para entender entre otras cosas, que así como el aguijón, dorbon,  דָּרְבָן, que usa el pastor para tocar el animal con dicho instrumento para hacer que la oveja se mantenga en el camino por él indicado, sin desviarse de dicho sentido, nosotros como humanos requerimos de estos símbolos y señales para ir guiándonos, desentrañando los mensajes de nuestro Creador, quien con sus manifestaciones ha buscado dirigir nuestra atención para que comprendamos de manera correcta la dirección que Él nos determina. 

Interpretemos, perush, פרוש,  todos los símbolos con los cuales a diario Él nos enseña, visionando en estos pictogramas divinos su Luz, para que así como lo hizo Él con sus apóstoles, con su fardo, nos proyecte lo que requiere nuestro ser, que aferrado a la materia no nos permite cambiar de rumbo y por ende le atendamos gracias al Espíritu Santo que con cada señal o pictograma nos propone a través incluso de nuestro limitado lenguaje la posibilidad para comprender gracias a esas imágenes y símbolos todos los datos que requerimos para reorientarnos con más claridad, tal como nos lo explican los mismos mensajes de los evangelios. 

Señales, oteאות, que son además procesos formativos que no pueden ser vistos como bloqueos, frenos y menos ser desatendidas con nuestra actitud pasiva o de reposo, entendiendo eso si hasta nuestros espacios de recogimiento para plegarias, que nos aportan igualmente con sus revelaciones divinas, las mismas que Él colgado en el madero nos dejó, para dar así inicio a un nuevo sentido espiritual para nuestras coexistencias, uno en donde Él espera pacientemente hasta que las condiciones sean propicias para ayudarnos, mientras el Espíritu Santo cumple con su rol en nosotros de iluminarnos. 

El Texto de Textos nos revela en Mateo 13:11, “y respondiendo Él, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido”.

Oremos para que cada signo, símbolo e imagen en la que nos percibamos nos recree en la importancia de estar más y más cerca de Nuestro Señor Jesucristo.