Mi Kabbala – 18 Tishrei, 5784 – Martes 3 de octubre del 2023

¿Tradiciones?

El Texto de Textos nos revela en Levítico 23:34, “habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos al Creador por siete días. 35 El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis”. 

Nos reiteramos en rutinas, conductas, comportamientos y actividades que transferimos a las nuevas generaciones, siendo necesario que enseñemos a través de nuestro buen ejemplo, de allí que celebraciones como el Sucot o tiempo de alegría, סֻכּוֹת  ,סוכות, sukkōt, cabañas o tabernáculos, por ejemplo, lo visionemos como una oportunidad para denotar nuestra gratitud hacia nuestro Creador quien nos entregó la tierra para nuestra labor y sustento, siendo la construcción de la sucá, cabaña o tienda un símbolo de esas morada dentro de esta tierra para superar nuestros desiertos al sabernos bendecidos por Él quien a cada instante nos está dando de sus provisiones y su guía.

Confiar en el Creador implica por lo tanto, vivir alegres, positivos y agradecidos dedicándole nuestra labores a Él, tiempo de oración permanente para que más que agitar en todas las direcciones algunos manojos de ramas dentro del Sucot, nos demos cuenta que no hay mejor mitzvot, Mitzvá מצוה, mandamiento, que seguirle, entregándole nuestras primicias no solo de las cuatro especies o Arbaat Haminim, compuestos por el lulav, una hoja de palma cerrada; el etrog y un fruto de cidro; los hadasim, o las tres hojas de mirto; y las aravot, asi como algunas hojas de sauce, sino nuestras vidas, sabiéndonos guiados por Él.

Cuando Moisés rompió de forma agresiva las tablas de piedra con los Mandamientos, al ver que su pueblo adoraba un falso ídolo, acto seguido regresó a la cima de la colina para pedir el perdón divino y al regresar expió con ellos todo pecado, recibiendo nuevamente las tablas con los diez mandamientos, enseñándonos que tenemos una constante cita, en un lugar de encuentro especial, en un día señalado, con Él siendo ese encuentro todo un Yom Kipur, Pésaj, pascua, Shavuot, Pentecostés, en fin, una fiesta que como la de las cosechas o tabernáculos, nos llaman no tanto para festejar la terminación de un ciclo agrícola y su vendimia sino nuestra necesidad de peregrinar hacia la nueva Jerusalén.

Se trata de priorizar esa búsqueda de nuestro hogar celestial como familia, siendo el estudio de la Palabra y la oración parte de ese encuentro diario que hace que broten las alabanzas, lo que se traduce en que cada día celebraremos esas con nuestro Señor Jesucristo gracias a Su primera venida y Su ministerio terrenal de esa misericordia, tiempo de siega, peah, cosecha, מסכת que nos llama como iglesia a integrarnos a la espera de su segunda venida en la cual disfrutaremos de Su plena presencia y de sabernos por fin parte y ya no aparte.

En ese diario trasegar los textos Bíblicos deben servirnos además para orientarnos mejor para que todas nuestras tradiciones así como las tareas que debemos emprender no nos desvíen ni a nosotros ni a nuestros entornos fruto de una cultura exageradamente comprometida con lo mercantil que conlleva una tendencia a perder todo este tipo de solemnidades, esas que denotan no solo el respeto, admiración, temor sino el amor a nuestro Creador y nuestra gratitud por proveernos a diario.

El Texto de Textos nos revela en Juan 7:1, “estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en él”.

Oremos para que con nuestras diarias costumbres alabemos más al Creador.

Mi Kabbala – 18 Tishrei, 5784 – Martes 3 de octubre del 2023
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