¿Bueno?
El Texto de Textos nos revela en Génesis 1:31, “Y vio el Creador todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día”.
La Torá inicia en Génesis siendo su primera Parashá: Bereshit, בְּרֵאשִׁית, en el principio, palabra compuesta por be que significa dentro de, en, con, por medio de, por causa de, en fin, y reshít, primero, en lugar, tiempo, orden o rango, primicia, inicio, principal, lo mejor, lo que no debe entenderse como una fecha de cuándo se creó todo, sino simplemente que nos recuerda que existimos por Él y que todo lo creado está perpetuamente en ese comienzo que algunos leen como final, lo importante es comprender que todo lo creado no puede valerse por sus propios medios, se desvanecería sin Él, vacío que percibimos cuando nos alejamos y aislamos de nuestro Creador.
Nuestras intenciones Kavana, כוונת־, nos reiteran que todo se renueva siendo nosotros como hijos receptores de su otorgamiento perpetuo, que nos denota que todo es bueno, para nuestro disfrute y que Su propósito dentro de Su Plan es que nos recreemos en su obra, más por nuestra desobediencia y pecado el camino de mal, la muerte y la maldición nos proyecta unos efectos en donde nuestro libre albedrio atraído por esos deseos fragmentados egoístas y no por el bien, la vida, la bendición, debe decidir, siendo necesario que Él se humanara en nuestro Señor Jesucristo para rescatarnos de este mundo de alucinación, siempre y cuando aceptemos por fe esa Su misericordia.
Él creó nuestro mundo perfectible y ha sido benevolente con nosotros al darnos este mundo para que aprendamos como seres interdependientes que son capaces de valerse por sí mismos en la búsqueda que el control sobre nuestras intenciones, deseos, pensamientos, palabras, emociones, interacciones, interrelaciones y vivencias para lo cual nos dio la oportunidad de procrear y guiar a nuestros hijos, leholid לְהוֹלִיד, crecimiento, para el cual Él nos está guiando, así que todo lo hizo para nuestro bien y debemos elegir permanentemente en pro de acercarnos más y más a Él, ya que somos un todo articulado.
Se habla que Sansón שמש, sol, fue dominado por sus deseos sin embargo quizá como él poco comprendemos que nuestro verdadero poder debe estar en reconocer la fuerza de la procreación, de lo femenino, de dar a Luz, de engendrar una criatura, de permitir que un alma llegue a este mundo, crezca y conozca de nuestro amoroso Padre Celestial, de su bondad, siendo este don lo que más nos asemeja a Él al posibilitarnos aprender a dar, a amar a través de esos nuestros hijos, razón de peso para estar dentro de este mundo en donde sin embargo esos deseos confundidos con placeres mundanos nos opacan.
Estamos llamados a hacernos consientes de todas esas inconciencias que nos sofocan y que no nos posibilitan comprender lo que realmente significa vivir, por lo que cada situación por adversa o negativa que nos parezca tiene una finalidad: acercarnos a Él y que entendamos nuestra interdependencia de Él, de allí que la misma naturaleza nos invite a diario a coordinar mejor nuestras experiencias en pro de ese crecimiento integral, por lo que no es coherente el seguirnos quejando y menos el inculpar a todo y al todo cuando desde el comienzo de nuestras vidas Él está buscando el guiarnos.
El Texto de Textos nos revela en I de Timoteo 4:4, “Porque todo lo creado por Él es bueno y nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias”.
Oremos para que al aceptar lo bueno del Creador.