Mi kabbala – 19 Nisán 5784 – viernes 26 de abril del 202

¿Puros?

El Texto de Textos nos revela en Deuteronomio 32:1, “Escuchad, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca”.

Para algunos creyentes la vaca roja implica nuestra redención definitiva, tal como para los judíos la venida del Mesías, de allí que el texto que en hebreo nos lleva a la ofrenda, פרשת השבוע, Parashat HaShavua, en sus 54 partes para leer la Torá, lo debemos visionar más bien como una advertencia que nos reitera que el Mesías está cerca y en esta segunda venida redimirá al mundo, tal como lo espera la tradición Judía que nos habla de ocho formas en que la vaca roja se relaciona con la redención mesiánica definitiva. Mishná que enseña que solo nueve novillas rojas han sido preparadas en la historia y que fue Moisés quien preparó la primera y luego otras ocho por los sumos sacerdotes.

Está claro que el Mesías preparará la décima novilla roja que debe coincidir para ello con la tercera reconstrucción del templo para los judíos, lo importante para todos es que todas nuestras oraciones se enfoquen en que el Mesías llegue. Visión que para los creyentes se debe entender como una invitación a buscar nuestra limpieza permanente ante las impurezasטֻמְאָה  tum’a, de este mundo, analogía que de forma litúrgica nos proyecta la aspersión como el proceso en donde el mismo profeta Ezequiel invitaba a la santificación del nombre del Creador, lo cual redime a Israel del exilio a través del Mesías.

Ritos que aunque pueden ayudar a esa búsqueda de una limpieza espiritual, que incluye nuestra peregrinación גּוּר guwr y reencuentro, así como lo hacen los exiliados que retornan a Israel, también nos hablan del cordero de Pesaj para lo cual los creyentes debemos buscar eliminar los efectos del pecado y de la muerte a través de la fe, hasta lograr en ese futuro eterno una vez seamos resucitados, el hacer parte de esa redención mesiánica, siendo la resurrección la mayor prueba que tendremos, una nueva oportunidad y es por ello esa nuestra esperanza la cual siempre estará depositada en Él.

Los creyentes tenemos muy claro que cuando venga el Mesías, todos los misterios se nos revelarán y por ende esa labor diaria que hacemos para nuestra rectificación producto de la deficiencia espiritual provocada por el pecado, se redimirá gracias a esa nuestra Fe. Restauración de todas las deficiencias espirituales que parte tanto del amor, como del perdón, el mismo que gracias a la misericordia divina se aplica para nuestros pecados más severos, siendo necesario no obviar que el perdón es una promesa de redención,גְּאֻלָּה  gue’ula, que debemos convertir en nuestro mayor propósito.

Redención que se logra entonces con Fe y la expiación de nuestros pecados, en donde la muerte de los justos también genera esa expiación, kapará aleaj, כפרה עליך, concepto que cierra la distancia entre la presencia de nuestro Creador y nosotros. De allí que los más sabios anhelan aquel día en que la presencia de nuestro Padre Celestial restaurará a la tierra y a nosotros de una manera completa, gracias al poder de nuestro Mesías, el cual nos llama a vivir de tal forma que al contar los días como los hacen los Judíos con la cuenta de Omer estemos seguros que nos estamos integrando al Creador a través de su obra. 

El Texto de Textos nos revela en Santiago 5:16, “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz”.

Oremos para que la Fe en el Mesías nos redima de nuestros Pecados.

Mi kabbala – 19 Nisán 5784 – viernes 26 de abril del 202
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