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Mi Kabbala – 2 Tevet 5784 – Sábado 16 de diciembre del 2023

¿Luces?

El Texto de Textos nos revela en II de Samuel 21:17, “Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel”.

Fiestas חַג Jag, como Janucá o la Navidad nos llevan visionar que hay una Luz que ilumina no solo nuestras vidas sino a la creación, esperanza a la que debemos dedicarnos plenamente para reedificar a diario nuestro templo interior, el cual como una lámpara necesita del aceite diario de la fe para que nuestras vidas tengan sentido, perspectiva que incluso nos lleva a que en el plano físico tengamos en cuenta esa especie de menorá Judía: candelabro de ocho brazos, encendidos para que desde el amanecer y durante el resto del día no dejemos apagar esa Luz hasta el final de nuestros atardeceres.

Ner נר significa llama o lámpara por lo que como David debemos mantener nuestro entendimiento encendido gracias a que estamos conectándonos al Haz de Luz del Creador quien nos sigue guiando o de lo contrario terminaríamos sumidos en el mundo de las tinieblas tras una muerte eterna que nos espera, si no logramos integrarnos plena y voluntariamente a la fuente primaria de energía: nuestro Padre Celestial, de allí la importancia de mantener encendida nuestra fe alimentándonos de Él a cada instante sabiendo que es Su Palabra la que nos nutre.  

Cuando nuestro Señor Jesucristo nos hace referencia a que Él es la luz (אוֹר or) del mundo nos esta recordando desde las diferentes lecturas que podamos hacer a dicha afirmación, que sin Él no podemos lograr la salvación, esa que implica entre otras cosas el alejarnos de la oscuridad y por ende la tinieblas de este mundo para integrarnos a Él, para lo cual necesitamos enfocar nuestra voluntad en ser útiles a Su obra lo que se traduce en que a través de nosotros, seguramente otros seres podrán encender tal como nosotros su lámpara espiritual.

Los mismos profetas como Elías aquel que ascendió al cielo en un torbellino nos llaman a comprender esta visión, esa que además Juan el Bautista, último de estos, nos dejó como llamado, por lo que al analizar la etimología de sus nombres podemos asimilar con más claridad que  Elías, Eliyaju אֵלִיָּהוּ se compone de dos conceptos divinos: El (Dios) y yah una forma abreviada de Yahvé, expresándonos que: mi Dios es el Señor, mientras que Juan, יוֹחָנָן, Yojanan: Yo Señor y janan clemente, nos dice que el Señor es clemente.

Profetas נָבִיא que nos reiteran desde sus diferentes momentos que estamos llamados a integrarnos a la Luz del Creador y por ende a ser Luz al difundir el mensaje de Fe no solo a través de palabras sino de nuestras vidas, logrando que como le explico el ángel al Padre del mismo Juan antes de su nacimiento, que muchos deben volver al Señor, lo cual se traduce en que nuestra alma debe ser guiada por el Espíritu del Creador como le sucedió al mismo profeta Elías para que gracias a esa visión cumplamos con ese propósito final de ser Luz para el mundo.

El Texto de Textos nos revela en Mateo 5:14, “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse”.

Oremos para que a través de nuestro ser la Luz del Creador se irradie por este mundo.