Mi Kabbala – 20 Shevat 5784 – miércoles 31 de enero del 2024

¿Pacifistas?

El Texto de Textos nos revela en Números 6:24, “El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz”.

Nuestra historia contiene cientos de momentos en donde en busca de la paz שָׁלוֹם, Shalom, hemos consolidado la guerra y gracias a ella una serie de emociones que con el paso de los años solo nos han quitado esta, al punto que parece más bien una utopía mundial su búsqueda, la misma que debe iniciar en nuestros corazones pero que muchos anhelando como un resultado exterior, lo que lleva a que evitemos construir esta desde ese ser interior el cual desafortunadamente fluctúa entre emociones encontradas, ilusiones y expectativas competitivas y confrontantes, así como recuerdos agrestes complejos que en la mayoría de los casos nos colocan frente a circunstancias opuestas a dicho estadio.

Muchos creyentes obviamos usar palabras que nos inciten a buscar esa paz y tranquilidad, fruto que seguimos desconociendo que ello es más un estado interior que parte desde nuestra comunión con el Creador, de nuestra búsqueda de bondad, chesed חֶסֶד,  razón de peso para que nuestro Señor Jesucristo nos dejara esa diaria tarea que tiene mucho que ver con el amor al prójimo. Bajo esa mirada ese saludo: la paz sea con ustedes, que se afirma no aparece en ninguna parte en los Evangelios, sino que se encuentra después de su crucifixión ya que nos invita a comprender que la verdadera Paz se alcanza cuando estamos en comunión como hermanos gracias a la Fe en Él.

Pero comprender de esa Paz de la que nos habló y que enarboló en su vida no es una tarea sencilla. Por el contrario, necesitamos de la guía del Espíritu Santo para ello con la convicción que solo Él nos puede ayudar a amar a nuestros próximos como a nosotros mismos y a nuestro Creador por sobre todas las cosas, de lo contrario seguiremos percibiendo todo lo de este mundo desde esa mirada egoísta y agreste fruto que estamos más que alejados de nuestro Creador y su Luz, siendo necesario el consolidar una berith, בְּרִית, alianza con Él para poder alcanzar este ideal. 

Pacto que como otras palabras pronunciadas por nuestro Señor Jesucristo adquieren una trascendental importancia para comprender que, Shalom lajem, שָׁלוֹם לָכֶם, es quizá la invitación a reencontrarnos con esa dimensión en donde, Shalom significa algo más que paz, ya que proviene de la raíz SLM שלם que a su vez significa completa, labor que Él llevo a su máxima integridad cuando nos salvó siendo la palabra complementaria Shelem, que viene de esta raíz, sacrificio, que antes se hacía en el templo para expresar gratitud al Creador y que Él simbolizó como una paz total al lograr la comunión con el Señor por medio de Su derramamiento de sangre, de la fe. 

Lo que quiere decir que cuando decimos que la paz es con nosotros, estamos aceptando que tenemos Fe en nuestro Señor Jesucristo quien nos limpió, טָהֵר tajér, de nuestros pecados y nos reintegró a nuestro estado natural como hijos, al lado del Creador, donde la paz se demuestra como amor, de allí que todos nuestros pensamientos, palabras y acciones deben estar enfocados en ese bienestar que es general y que nos coloca en comunión con nuestros próximos y por ende con Él. Siendo necesario que no perdamos de vista que es preciso integrarnos a esa paz fruto de no sabernos más alejados de Él. 

El Texto de Textos nos revela en Juan 16:33, “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”.

Oremos para que la paz y el amor de Jesucristo reine en nuestras vidas y relaciones.

Mi Kabbala – 20 Shevat 5784 – miércoles 31 de enero del 2024
Scroll hacia arriba