Mi kabbala – 24 de Adar II -5784 / miércoles 3 de abril del 2024

¿Releer?

El Texto de Textos nos revela en Éxodo 24:7, “Luego tomó el libro del pacto y {lo} leyó a oídos del pueblo, y ellos dijeron: Todo lo que el SEÑOR ha dicho haremos y obedeceremos”

El concepto de profeta נְבִיא, inspirado por el Creador o roéh, vidente, también hace referencia a esos mensajeros o porta voces que requerimos especialmente en aquellos momentos en que no queremos escuchar los preceptos que nos ha dejado nuestro Creador a través de su Palabra y que pretenden que cambiemos para no seguir alejados de Él, postura que solo nos genera caos y muerte. Quizá por ello se dice que el último profeta fue Juan el Bautista quien luego de su partida nos dejó gracias a nuestro Señor Jesucristo al Espíritu Santo para que nos guiara desde nuestro ser interior a través de la Palabra eterna que está allí en nuestra conciencia, לֵבָב lebab, esperando por fin le escuchemos.

Los apóstoles fueron quienes conocieron de primera mano el evangelio y aunque algunos hoy se colocan esos apelativos, sin serlo, obvian que estos dejaron un legado para que otras personas con el pasar de los años predicaran y enseñaran de estos mensajes, no solo con palabras sino también con sus actos. Por lo cual lo que hoy necesitamos es no solo leer más la Biblia dejando que cual intercesor sea el Espíritu Santo quien nos ayude y guie, evitando así todo tipo de interpretaciones amañadas de los Textos Sagrados, ya que también está claro, que en este mundo del engaño hay engañadores, מִרְמָה, mirmah y burladores que distorsionan el mensaje.

Lectura Bíblica diaria que no desdice que nos congreguemos a leerla en grupo como lo hacen distintas denominaciones religiosas, pero que también nos obliga a releerla individualmente intentando que dichos preceptos y mandatos se conviertan en hechos de vida, tanto en nosotros como en los entornos en los que ejercemos influencia. Por lo que atendiendo incluso los ritos del pueblo judío deberíamos simplemente leer el versículo ָּסוּק, pasuk y dejar que cada quien, desde su propia cercanía con el Espíritu del Creador sea guiado por esa voz celestial que debe iluminar nuestra conciencia.

Aprendiendo de esos hermanos Judíos el concepto de Maftir מפטיר, nos invita a escuchar a aquella persona que hace la lectura de la Torá en el Shabat y que lo debe hacer en momentos especiales y de una forma ritual muy específica, además dicho ser también lee en esos días especiales como el Tisha b’Av en donde se relee la porción haftará una sección regularmente relacionada a los Nevi’im o profetas, secciones a las que les podemos encontrar nuevos significados en pro de nuestro crecimiento integral.

No olvidemos que fue el mismo Moisés quien recitaba al pueblo dichos textos y a manera de bendición estos siempre han alimentado nuestras vidas y entornos gracias a su relectura, la cual al tratarse de libros proféticos recibe el nombre de Haftará, הפטרה, que en hebreo significa conclusión, pues con esta porción de dichos Textos Sagrados en el servicio o culto este llega a su fin cada Sabbat. Y aunque el tema tiene más protocolos y profundidad de la que aquí se expresa si está claro que contamos en la Biblia, con un excepcional manual de vida que debemos además de leer, colocar en práctica en nuestro día a día. 

El Texto de Textos nos revela en Apocalipsis 1.3, Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca.

Oremos para que cada relectura Bíblica guie de manera más consciente nuestros nuevos pasos.

Mi kabbala – 24 de Adar II -5784 / miércoles 3 de abril del 2024
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