¿Vigilia?
El Texto de Textos nos revela en Isaías 30:21, “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda”.
Entender el concepto de vigilia משמרת desde el hebreo original nos lleva a visionar una división entre el día y la noche, una especie de medida, así dentro de nuestra cosmovisión lo interpretemos como una especie de estado consciente de alta actividad que nos invita a estar muy atentos, motivando así buena parte de nuestras funciones neuro cognitivas superiores, estadio en el que podemos percibir mejor algunas informaciones, tanto internas como externas, que están a nuestro alrededor y que en otros momentos simplemente pasan desapercibidas y por ende ni siquiera les consideramos.
Hay quienes consideran que regularmente estamos en un estado inconsciente que parece estar más vinculado a nuestros ciclos de sueño que al de vigilia, por lo que la justa medida nos llama a estar despiertos, dejando de vivir inconscientemente cual sonámbulos, tarea que implica que nuestras actividades inconscientes no sean las dominantes y por el contrario estemos realmente atentos haciendo que esas ondas que fluyen en nuestro cerebro nos permitan captar los mensajes y manifestaciones del Creador para que razón, emoción y corazón, לֵבָב lebáb, estén en armonía.
Se asegura que tenemos un anticipo diario de la muerte, que como sueño eterno, nos recuerda que vivimos en nuestro cerebro una especie de realidad virtual, כְּלִי kelí vasija, en donde esas ondas cerebrales que parecen estacionarse inconscientemente en un nivel en el cual estamos por momentos sin tener ninguna capacidad volitiva nos llaman a salir de ese estado de vigilia ilusorio en el que estamos envueltos fruto además de nuestro lenguaje y los imaginarios que durante esta vida nos sofocan y coloquemos esa actividad eléctrica neuronal en otro nivel acercándonos cada vez más a la dimensión divina.
Salir de ese estado de sueño inconsciente de forma frecuente, es un llamado a despertarnos a la vida, la eterna, en donde incluso esas sensaciones de caída, que visionamos incluso como pesadillas afectando además nuestra actividad muscular también claman porque logremos alejarnos de ese sueño profundo que lleva a la muerte para buscar una verdadera relajación al lado del Creador en donde nuestras ondas alfa o theta se hacen más que lentas para poder descansar, pero a su lado y así todos esos distractores mundanos ya no nos generen nerviosismo o alteraciones que poco tiene que ver con el despertar, אוּר ur, (fuego), a la vida.
Jonás יונה, nos recuerda que hay diversas dimensiones y estadios de conciencia así como tipos de ondas electromagnéticas que además de alterar nuestro ritmo cardíaco o presión arterial afectan nuestros pensamientos y relaciones por lo que sepamos o no en que ciclo de vigilia estamos, lo cierto es que nuestro ser consciente puede lograr completar todas esas faces hasta llevarnos a estadios más allá de esta vigilia mundana y lograr despertarnos a una verdadera realidad, esa que nos ofrece nuestro Creador.
El Texto de Textos nos revela en Romanos 13:11, “Y haced todo esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos”.
Oremos para que permanezcamos despiertos a la guía del Creador.