Mi Kabbala – 26 Tevet 5784 – lunes 8 de enero del 2024

¿Pactos?

El Texto de Textos nos revela en Génesis 17:10, “este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros”.

Un pacto בְּרִית berít, en términos sencillos es un acuerdo entre dos personas que voluntaria y responsablemente están dispuestos a cumplirlo y aunque los seres humanos regularmente preferimos que se nos impongan leyes y normas en vez que se nos expongan acuerdos consensuados en donde consolidemos nuestras relaciones, lo cierto es que estamos llamados a vivir en armonía y a colocar lo mejor de nosotros para alcanzar esos objetivos comunes de bienestar que le dan una razón de ser a nuestra voluntad y a la vez nos guían para que entendamos que Él tiene un plan para nosotros. 

Desde esa premisa el Creador estableció un pacto con los varones del pueblo judío el cual obliga a que el órgano sexual masculino sea circuncidado. Acuerdo que algunos explican desde la lógica que es allí en donde se encuentra el poder de iniciar una nueva vida y aunque también hay quienes perciben en ello un concepto machista, lo cierto es que la procreación sólo puede llevarse a cabo a través de la unión sexual siendo el género femenino el socio y principal aportante en la formación de ese nuevo ser y el matrimonio Kidushín מסכת un elemento fundamental para ese vínculo.

Lo cierto es que gracias a la genética recibimos una información en donde el padre recibe toda esa herencia familiar que contribuye con parte de esos datos con ese nuevo ser, lo mismo que la información genética de la madre que contribuye adicionalmente con todo el proceso de formación gracias a un proceso lingüístico educativo que le da a ese nuevo ser una serie de hábitos, pensamientos y costumbres que deberían enfocarse en la Palabra del Creador y en ese pacto mohel מוֹהֵל que nos vincula no solo con nosotros sino con los otros en pro de permitirnos continuar con ese proceso maravilloso de traer más almas al mundo.

El brit milá, o pacto de la circuncisión בְּרִית מִילָה, más allá de ser un acto de aspecto físico denota realmente el compromiso que el patriarca Abraham hizo para con el Creador a través del cual los varones que nacen con una cobertura de piel sobre el glande, la punta del órgano sexual masculino, que es superflua y que debe quitarse como sucede con todos los otros excesos del cuerpo para que esta no produzca a futuro algunos efectos adversos, lo que hace de este proceso de la circuncisión que incluye el retiro de la piel, llamada orlá, para descubrir el glande, un pacto total de vida con nuestro Creador.

Con Noe, Noah נֹחַ, el que da consuelo, se realizó otro pacto con los seres humanos a través del cual Él no volvería a inundarnos, por lo que asumiendo o no este tipo de costumbres como la circuncisión, lo importante es entender que de corazón nos entreguemos al Creador y sus mandatos convirtiendo estos en verdaderos pactos para nuestros días a través de los cuales le obedezcamos, dejando de retroalimentamos del conocimiento del bien y del mal, lo cual solo nos distancia más de Él y de su obra salvadora esa que pretende reincorporarnos a la dimensión de la santidad, pero para ello debemos beber de su fuente de vida, la que nos aleja incluso de la muerte.

El Texto de Textos nos revela en Filipenses 3:3, “porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos al Creador y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”.

Oremos para respetar los pactos diarios que Él nos propone como creyentes.

Mi Kabbala – 26 Tevet 5784 – lunes 8 de enero del 2024
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