Mi Kabbala – 3 Jeshván, 5784 – Miércoles 18 de octubre del 2023

¿Amados?

El Texto de Textos nos revela en Cantares 8:6, “Como llama divina es el fuego ardiente del amor”.

El concepto de ahava אַהֲבָה, amor que tiene como primer elemento al afecto hacia otro ser, nos lleva en ese proceso interrelacional a través de Su fluir a vincularnos con esos otros, propósito fundamental de esta vida, en donde confundidos por nuestras diversas búsquedas y sentimientos humanos obviamos esa verdadera razón existencial que nos lleva a dejar de enfocarnos en nosotros mismos, nuestros egos y deseos para sabernos parte, aportando a esos próximos, reconociendo así esa regla de oro que nos provee de los verdaderos atributos celestiales gracias a todo un proceso que requiere el trasegar por esas relaciones a través incluso de la dimensión del conflicto como llamado de atención.

El estudio de las escrituras y de algunos nombres es clave para entender incluso que David, DVD דוד, como líder y rey, lo que significa ese afecto celestial, ya que David, amado, convirtiendo a ese ser en toda una invitación como creyentes para que dejemos que nuestro corazón sea moldeado conforme a la voluntad del Creador, sabiéndonos así sus hijos amados, perspectiva que incluso nos posibilita el asimilar más que las bondades de David el cómo nuestro Creador amorosamente no solo lo cobijo con su misericordia y amor sino con su guía para que él mismo corrigiera muchos de sus errores.

Vale la pena vislumbrar que ese concepto de amado dodi, דוֹדִי, nos debe llevar como descendientes de David, ahora por Fe a nuestro Señor Jesucristo verdadero símbolo de ese amor que como vinculo perfecto nos denota lo mucho que somos apreciados por el Creador tal cual como aquel rey, ya que como Su linaje nos llama a sabernos sus hijos, su iglesia, su esposa, manteniendo un romance eterno con nosotros, lo que significa que nuestros herederos, linaje del Rey, al igual que Salomón, יְדִידְיָהּ, Jedidías, amados del Señor, pueden estar seguros que esa relación amorosa con nuestro Creador es eterna.

Desde Melquisedec, מַלְכּי־צֶדֶֿק Malki-sedeq, mi rey es justicia, rey mío, se nos presenta a través de ese rey de Salem, sumo sacerdote y los reyes subsiguientes cono David o Salomón, la figura de nuestro único señor y Rey Jesucristo quien al traernos pan para alimentarnos a través de su cuerpo y vino a través de su sangre para salvarnos, nos dará la satisfacción de sabernos amados y por lo tanto, dignos de estar a Su lado para superar todo aquello que no nos permite, ni amar, ni sentirnos amados por quien siempre nos ha amado, desde antes de crearnos, así prefiramos en esta tierra todo tipo de reyes.

Amor en el que vamos creciendo gradualmente y que implica tener amor propio, punto de partida para que ese vínculo perfecto celestial se irradie en nuestros entornos a través de nuestra familia y luego si, en la búsqueda de amar a nuestros prójimos, armónicamente como a nosotros mismos, tarea que no le podemos delegar a los otros, siendo el único requisito para que desde ese amor a nuestros próximos podamos amarle plenamente a Él como nuestro Creador, fluir que simboliza la vida y que nos obliga a la vez a bien decir de todo, a ser solidarios, Tzadik צדיק, a no juzgar, haciéndonos adicionalmente responsables de guiar a esos seres que consideramos no entienden el mensaje de la Palabra para que amen más lo cual se denota lógicamente sirviendo más. 

El Texto de Textos nos revela en I de Corintios 16:14, “Hagan todo con amor”.

Oremos para que sea el amor la luz que guie nuestros días.

Mi Kabbala – 3 Jeshván, 5784 – Miércoles 18 de octubre del 2023
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