Mi Kabbala – 4 Kislev 5784 – Sábado18 de noviembre del 2023

¿Conocer?

El Texto de Textos nos revela en Jeremías 33:3, “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.”

Conocer נָכַר, Nakar, nos llama a dirigirnos hacia adentro a buscar ese reconocimiento como hijos del Creador que nos vincula más que con la realidad interior y nosotros mismos, a través de nuestra razón y emociones, que con la información exterior que nos distrae, logrando iluminar nuestros seres y mentes con su haz de Luz para ahora si integrarnos al Creador a través de su obra, logrando que toda vivencia le de ese sentido trascendente a nuestras coexistencias, al mover nuestra voluntad conscientemente gracias a esas intenciones divinas que luego se debe convertir chispas de luz y palabras, vinculan nuestros pensamientos y acciones a ese fluir que se irradia gracias al amor celestial.

Todo conocimientos debería despertar nuestro entendimiento para poder visionar esa otra realidad, que gracias a esos signos lingüísticos le da un sentido trascendente a nuestro diario caminar, lo que implica que esos saberes יָדַע, yada, deben enfocarse en promovernos certezas al respecto de hacer lo correcto o de lo contrario un llamado para hacer los cambios que le den ese mejor rumbo a nuestras coexistencias y relaciones para no seguirnos dejando llevar por las confusiones de nuestras sesgadas interpretaciones.

El nivel Biná o Entendimiento, בינה como tercera Sefirot del Árbol de la Vida, situada en lo alto de la columna izquierda de ella, nos invita a alcanzar a través de esos procesos racionales innatos, una idea coherente y plena de nuestra esencia divina para que así el lado izquierdo de nuestro cerebro, donde funciona la razón se integre al lóbulo derecho de la creatividad, reorganizando aquellos pensamientos que le deben dar nuevos sentidos a todo, hasta recrearnos como lo que somos: seres espirituales, hijos del Creador.

Abdías עֹבַדְיָה, ʿŌḇaḏyā, nos llama a servir y ser útiles a su obra como un atributo que direcciona nuestra razón y emociones hacia un estado de perfección que se denota a medida que crecemos en prudencia, paciencia, contentamiento, sapiencia y lógicamente un temor reverencial hacia el Creador para que así ese entendimiento nos lleve a actuar con respeto, admiración y sumisión hacia Su voluntad, colocando siempre todo nuestro buen juicio en pro de esos saberes que realmente le dan sentido a cada relación logrando con ello que aportemos al mundo en vez de seguirnos apartando de Él.

Cada conocimiento debe permitir reconocernos como hijos del Creador denotándonos esos propósitos celestiales que debemos asumir de forma integral. Bien sabemos que nuestra mente humana es limitada y no alcanzamos a comprender lo infinito de algunas expresiones, por lo que debemos recibir en nuestra razón y corazón confiadamente, esos destellos de Luz que revestidos de fe, iluminan nuestros seres para ser guiados por estas y otras verdades divinas esenciales para nuestra trascendencia de este mundo, Olam עוֹלָם, que como concepto nos recuerda ese propósito de elevarnos, de alejarnos de este estado caído en el cual nos encontramos como producto del pecado. 

El Texto de Textos nos revela en II de Corintios 10:3, “pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo”.

Oremos para que entendamos lo que significa ser hijos del Creador y usemos todos nuestros dones en pro de reintegrarnos a Él a través de Su obra.

Mi Kabbala – 4 Kislev 5784 – Sábado18 de noviembre del 2023
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