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Mi kabbala – 4 Tevet 5784 – Lunes 18 de diciembre del 2023

¿Propositivos?

El Texto de Textos nos revela en Levítico 2.13, “Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Creador; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal”.

Todos tiene una utilidad así no nos parezca, lo que nos insinúa que nosotros cumplimos con un propósito y que debemos ejecutar esas labores fundamentales con las cuales colocamos nuestro grano de arena para la armonía del planeta. Desde esa mirada todo tiene un para qué y todo cumple con un plan divino así en nuestros desconocimientos no atendamos esta premisa. La sal por ejemplo para algunos puede ser vista desde sus malos augurios como algo nocivo, mientras que otros ven ella un medio eficaz de conservación de alimentos y lo mismo sucede con el concepto del leviatán לִוְיָתָן, liwyatan, enrollado. 

Quizá por ello más que presuponer lo malo de las cosas deberíamos trabajar por ser útiles para que todo cambie dedicando nuestras mejores horas a hallarle el sentido real a nuestras existencias sabiéndonos partículas del todo moviéndonos armónicamente, recreándonos en nuestras realidades buscando que estas se integren e incorporen a un sistema dinámico al que pertenecemos, lo que nos invita a encontrar nuestros dones y a través de ellos el cómo servir mejor a la creación teniendo en cuenta que cada movimiento e incluso expresión acciona esa energía divina que nos lleva a amarle מאוד. me’od con vehemencia.

Reflexionar sobre el valor de cada molécula, de cada letra, de su luz o partícula de energía nos lleva a  entender que todo se desarrolló a partir de dicha movilidad Superior, en donde además nuestras palabras accionan un mundo que requiere  que le encontremos unos sanos y sabios propósitos a través de dicho lenguaje, vinculándonos a través de toda nuestra esencia con sus características y propiedades para que como fragmentos de ese ser total el Ein Sofאין סוף, Infinito, nos unamos al aínque es lo eterno y al yo, aní, que es la forma temporal para intuir el cómo se manifesta en nuestras existencias.

Coré קֹרַח fue aquel levita que conspiro contra Moisés probablemente para enseñarnos que en la profundidad de nuestras palabras se encuentra ese sentido raizal del cual se derivan nuestras mismas realidades, esas en las que nos recreamos y que tienen un propósito así nosotros no se lo hallemos, uno que nos incita a coexistir de una forma más equilibrada, armónica y consciente ya que todo movimiento activa algo más que nuestras percepciones dándole a nuestros sentidos la capacidad de capturar apartes de la información de este mundo para que nos interrelacionemos con todo lo que se encuentra a nuestro alrededor. 

No perdamos de vista que si la sal melaj, מֶלַח, se vuelve insípida, pierde su fuerza, sus propiedades y por ende ya no sirve para nada, lo que hace que al no ser útil no este cumpliendo las finalidades de la Creación, de la misma manera que si la lámpara se oculta ya no ilumina y pierde su sentido, así que debemos ser fieles a lo que somos, útiles para cumplir con los propósitos para los cuales fuimos Creados lo que se traduce en que como creyentes estamos llamados a transformar nuestras vidas y luego aportar a nuestros entornos con nuestro sano y sabio ejemplo para ser sal y luz tal como nuestro Señor Jesucristo nos lo propuso buscando que fuéramos propositivos.

El Texto de Textos nos revela en Marcos 9:50, “Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros”.

Oremos para que con nuestras constantes palabras alabemos al Creador.