¿Acuerdos?
El Texto de Textos nos revela en Génesis 18:22, “Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante del Creador”.
Se cree que existen diversos acuerdos que debemos tener en cuenta para nuestro crecimiento integral como seres humanos. Pactos que implican que nuestros ojos, nuestra lengua, nuestro corazón, nuestra piel y nuestro ser, se mantenga en esta voluntaria orientación divina para que así el mismo Creador como fuerza Superior nos apoye en el logro de dicha meta final: nuestra redención, por ende todos nuestros acuerdos deben cumplir con ese propósito de traernos a la meta, de lo contrario ese fluir amoroso no podrá fluir en nosotros guiándonos a cada instante.
Nuestras búsquedas aunque implican el integrarnos a Él a través de su obra las visionamos como confusas al no asumir ese deseo desde lo Superior distrayéndonos en otra serie de perspectivas ilusorias que calificamos como necesidades las cuales solo nos generan insatisfacciones. Probablemente por ello acuerdos como la circuncisión o pacto de piel fundamentales para los Judíos nos reiteran a los creyentes que Bejiná Dálet o cuarta fase, implica que nos retiremos del polvo del cual fuimos tomados y nos ubiquemos en Maljut uno de los treinta y dos senderos en busca de blanquear nuestros pecados con esas Sefirot que como Aviut, espesor, nos brindan las cualidades de Din para vivir acorde a sus preceptos.
Perspectiva un poco compleja de comprender fruto de nuestro lenguaje confuso pero que nos recuerda que en este mundo Olam, nuestra Néfeshנפש o alma debe transitar durante un tiempo Shaná, años en pro de cumplir con los acuerdos voluntarios que como pactos divinos nos permitirán cumplir con ese objetivo trascendente de integración con nuestro Padre Celestial, así es como al engendrar logramos ese estado de totalidad que debe purificarse a través del pacto de la circuncisión para poder emerger puros hacia Él.
El Olam o mundo dentro de dichas profundas lecturas implica además la destrucción de Sodoma y de Gomorra o sea de nuestros deseos, en donde para algunos creyentes Lot simboliza ese acuerdo de integración que nos lleva a la sanidad luego del ya que coexistimos en una tierra Bejiná Dáletque no es bendita producto de nuestros desacuerdos y desobediencias con Él, quizá por ello al igual que los ángeles debemos estar prestos a las informaciones que nos circundan para así intentar cumplir con esos acuerdos o pactos.
Nuestra misión como la de dichos mensajeros es la de acercarnos más y más al Creador haciendo parte integral de su obra para que así nuestro ego o yo no nos separe más de Él, sabiéndonos parte de un mundo que espera seamos purificados para así trascender. Separación o santidad, qaddosh, que nos reitera que somos extranjeros en este territorio tal como aquellos seres que representando la trinidad, la cual nos llama, nos alejemos de esa visión egoísta natural mundana y demos sitio a esos otros: amándoles.
El Texto de Textos nos revela en Lucas 24:34, “Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. 35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan”.
Oremos para poder respetar nuestros acuerdos con el Creador y así ser guiados por Él mismo integrándonos a Él a través de su obra.