Mi Kabbala – 8 Shevat 5784 – Viernes 19 enero del 2024
¿Misterios?
El Texto de Textos nos revela en Génesis 27:28, “el Creador, pues, te dé del rocío del cielo y de los frutos de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto”.
Palabras como misterio, místico, secreto y oculto עלום entre otras han dominado tanto nuestras creencias como algunas filosofías y religiones, lo que ha derivado en que se tejan al respecto cientos de especulaciones y elucubraciones, algunas de las cuales intentan explicar lo inexplicable con nuestro limitado lenguaje, pero más allá de nuevas controversias al respecto, es claro que desde que tenemos uso de razón nuestros pensamientos han estado plagados de un modelo mental lleno dichos cuestionamientos que con sus elucubraciones engañosas nos han llevado a vivir desorientados.
La Biblia sin embargo está llena de respuestas, de verdades, emet אמת,algunas de las cuales nos cuesta asimilar mientras a otras obviamos fruto de esas inquietudes que cogobiernan nuestras reflexiones, lo que hace que todos estos enigmas, así como los misterios divinos, que también son naturales fruto de nuestra incapacidad intelectual nos impidan comprenderlos y por ende llenarnos de especulaciones que nos llevan a buscar explicaciones en otros escenarios distintos a los que Su Palabra nos propone.
Llenos de mitos y ritos, tristemente hemos llenado nuestras enciclopedias despertando más intranquilidad y curiosidades que simplemente nos alejan de lo esencial. Bajo esa mirada debemos adentrarnos más en los principios universales y fundamentales del Texto de Textos y tener este como libro guía para que con sus versículos enriquezcamos nuestros desconocimientos y redescubramos a través de sus relecturas una serie de ideas que pudiendo parecer escondidas irán saliendo a la luz a medida que entendamos que la maldad רִשְׁעָה. rish’a, simplemente seguir percibiendo como fragmentado el todo.
Es por ello que cada letra יְהוָ֞ה Yavé, como señal, contiene Su Luz, fuego, siendo Su Espíritu ר֫וּחַ Ruah, esa guía para que nuestras palabras conformadas por dichas letras aparentemente creativas nos permitan aceptar que Jesucristo como alfa y omega, es nuestra plenitud perfecta y la fuente de nuestras coexistencias, redescubrimiento que nos deben promover otras reflexiones y argumentaciones para que así nuestras vivencias se alejen de esas reprogramaciones mentales milenarias que nos hacen leer los versículos Bíblicos fuera de contexto.
La mejor invitación no puede ser otra que la de leer, releer y estudiar Su Palabra, pero con la guía del Espíritu Santo, tarea cotidiana que debe además llevarnos a intentar encontrar en sus líneas las verdades más profundas y ojala a que podamos escudriñar en sus traducciones originales hebreas esas nuevas interpretaciones para así nutrir nuestro día a día con esa renovada mirada reenfocándonos totalmente en sus enseñanzas que son un instructivo perfecto para guiar estas nuestras coexistencias, seguramente por ello el numero diez asara עֶשֶׂר que simboliza su perfección nos llama a que a diario corrijamos nuestros errores para poder alcanzar dicho estadio.
El Texto de Textos nos revela en Juan 20:29, “Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Oremos para que cada lectura Bíblica sea de crecimiento interior que luego ilumine nuestros entornos exteriores.