¿Testimonio?
El Texto de Textos nos revela en Éxodo 3:14, “Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”.
Muchas cualidades pueden describirnos a Moisés, quien no se limitó a guiar a los israelitas, librándolos de la esclavitud, siendo fiel a lo encomendado, sino que además fue el autor de la Torá en sus cinco primeros libros, escribiendo con precisión las palabras hebreas que le reveló el Señor en el monte Sinaí. Lo que nos demuestra que Moisés además se ocupó de ser de ejemplo y testimonio para con esos entornos y las futuras generaciones.
Moisés también edificó los cimientos que darían testimonio de las cosas que se debían decir a esas nuevas generaciones más tarde, incluso en su legado encontramos profecías que apuntan al Mesías dejándonos claro como lo hizo el mismo Jesucristo que necesitamos de esas Escrituras incluso para comprender que el Creador entregó a ese su pueblo una heredad, unos mandatos y unos propósitos.
Moisés preparo a la vez el camino por donde el mismo Jesucristo debía de caminar y que nosotros podemos recorrer al ser fieles a la Palabra del Creador y devotos a su autenticidad, la cual fue entregada a este en la cima de Horeb, la Montaña del Creador, en donde Moisés se encontró cara a cara con Él. No olvidemos que cuando nuestro Creador se le presenta a Moisés lo hace como “Yo soy el que soy”, respuesta aparentemente extraña para el mismo porque más que un nombre realmente pareciese ser un lema.
Desde la lectura literal en hebreo ehiyeh asher ehiyeh אֶהְיֶה אֲשֶׁר אֶהְיֶה traduce Yahweh, producto del sonido de la palabra Yo soy, ehiyeh y el nombre sagrado del Señor יהוה, se deduce que ambas palabras son sinónimas, atendiendo la analogía. Técnicamente la frase significa: Seré lo que seré y nos lleva a un futuro, aparentemente alejado del tiempo presente. Lo que quiere decir que el mensaje realmente indica que la naturaleza del Creador es para siempre, es inmutable, lo que denota además que Él es estable y confiable, exactamente como lo prometió, al ser el mismo ayer, hoy y siempre.
Debemos por lo tanto, acogernos a este testimonio como creyentes para a la vez convertirlo en nuestro propósito de vida y así nosotros también ser de ejemplo para que nuestros entornos e hijos puedan acogerse a los mandatos de un Creador Eterno que anhela que nosotros compartamos una vida sin tiempos, a su lado, siendo necesario eso sí el vivir conforme a esos preceptos y mandatos que nos dejó a través de Moisés y que Jesucristo nos resumió en el vínculo perfecto del amor.
El Texto de Textos nos revela en Hebreos 3:5, “Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa del Creador, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; 6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”.
Oremos para ser de testimonio.