¿Plagas?
El Texto de Textos nos revela en Deuteronomio 28:58, “Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: Jehová tu Creador, 59 entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas”.
Con nuestras palabras nos recreamos, pero también podemos alejarnos de la creación y es que estas, disfrazadas de pensamientos y revestidas de acciones, terminan dándole un sentido y no otro a nuestras coexistencias, de allí la importancia de comprender plenamente toda esa serie de expresiones que decimos a diario de diferentes formas, para con ello alimentarnos más de la Palabra del Creador y así sea esta la que guía nuestros pensamientos y actos de una forma, correcta, coherente y consecuente.
Nuestras palabras tienen poder, debido a que proceden de la Palabra Creadora, sin embargo a veces obviamos ello y dejamos a un lado el estudio de sus preceptos y mandatos confundiéndonos en algunas interpretaciones que a veces nos distorsionan el mensaje. Mirada que puede entenderse desde otras perspectivas, si tenemos en cuenta nuestro idioma original, el Hebreo en donde pareciera hay palabras que no dicen nada, solo porque no las comprendemos, producto de nuestras limitadas traducciones. Más lo cierto es que cada letra desde la primera א o la última ת de ese alfabeto nos enseña muchas cosas.
Las palabras hebreas: naguif, נגיף, virus, neguef o maguefá מגפה que significan plaga y pestilencia nos llevan a recordar igualmente que nuestras plagas mortales, hoy virus, son producto de nuestra desobediencia, la cual parte lógicamente de no conocer la Palabra del Creador o de que cada vez más personas confunden sus significados adecuándolos a sus conveniencias, por lo que para nosotros los creyentes y gracias a la guía del Espíritu Santo esta debe ser esa luz que nos invita regularmente a alabar al Creador y a alejarnos de todo lo que no esté dentro de esos propósitos de seguir sus mandatos y preceptos.
Al dejarnos guiar de su Espíritu, Él nos habla a través de cada termino, de allí que al hablar de enfermedad, dicho termino en su trasfondo nos resignifica esa falta de firmeza, dándole además a la visión de plaga otra lectura similar a una herida profunda, gracias a que al sumar sinónimos como pegar o golpear, podemos deducir que buena parte de nuestros males tienen que ver con toda esa serie de pensamientos, palabras y acciones que no están acordes a esa armonía universal natural y que frente a nuestro desorden reproducen violencia por parte de nosotros, visión que nos genera una herida incluso imperceptible a nuestros sentidos que llama nuestra atención como enfermedades.
Cada letra y sus combinaciones hebreas originales no son solo palabras, sino expresiones divinas que alimentan y alientan nuestras vidas y nos denotan un camino, siendo por ello la palabra Mesías, mucho más que imaginarnos aquellos reyes coronados con aceite que se vertía sobre sus cabezas, mashiaj o ungidos como nuestro Salvador Jesucristo y más bien lograr asimilar el actuar conforme a ese credo, a esa fe y de esa manera valorar aún más que Él es nuestro rey, nuestro guía y quien nos libra de toda enfermedad o plaga.
El Texto de Textos nos revela en Mateo 4:23, “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.
Oremos para que la Palabra del Creador nos guie y sane.