Mi Kabbala – Adar 22, 5783/Martes 14 de Marzo del 2023.

¿Errores? 

El Texto de Textos nos revela en Eclesiastés 7:20, “Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque”.

Los humanos nos equivocamos constantemente y quizá ello no solo es producto del pecado sino como una forma para que racionalmente aprendemos haciéndonos consientes de nuestras inconciencias, al adquirir conocimiento a través del cual luego nos reconocemos como lo que somos, hijos del Creador para los cuales la misericordia divina es permanente. Con todo y ello regularmente no solo nos reiteramos en esas mismas fallas de manera más que consciente, sino que además no reconocemos el error y menos nos sentimos capaces de enmendarlo y por ende, corregir, tanto nuestra acción como los efectos de esta.  

La Biblia está plagada de hermosos ejemplos al respecto que nos sirven si los sabemos llevar a nuestro día a día, para no repetirnos en esas milenarias fallas humanas producto del pecado. El pueblo de Israel y su historia basada en el Texto de Textos nos demuestra los resultados de esa desobediencia. No olvidemos que hay errores que tienen mayores consecuencias que otros, como fue el caso de los doce espías que fueron enviados a reconocer la Tierra de Canaán, y trajeron un informe que indicaba que esta era demasiado peligrosa para ser conquistada, lo cual fue mal interpretado por el resto de la nación que supuso en su gran mayoría que ni el mismo Creador podría derrotar a estos.  

Afortunadamente los creyentes reconocemos que gracias a la eterna misericordia divina seguimos teniendo oportunidades para redimirnos, todas ellas soportadas en la bondad de nuestro Creador que se expresa permanentemente a través de su voluntad de perdonar nuestros pecados de tal forma que, ninguna falta es demasiado grande para brindarnos ese su amor. Y es tal la magnitud de su perdón, que hasta aquellos actos terribles cometidos por nosotros o nuestros ancestros, nos son perdonados siempre y cuando como pecadores nos arrepintamos sinceramente. Fe en Jesucristo que al reconocer que Él asumió el castigo de estos, nos libera incluso de la culpa de sabernos pecadores. 

Selijá, SLIJAH סְלִיחָה סליחה, tiene sus raíces en, levantar לקום, termino que aparece varias veces en la Biblia, para llevarnos a diferenciar los diferentes contextos en que se usan dichas letras hebreas, ya que, סלח, no es lo mismo que salaj, lo que nos denota como creyentes que una cosa es el perdón divino y otra el humano. Tengamos en cuenta siempre, que aunque el perdón puede aligerar la carga de nuestras transgresiones en este mundo, solo el Creador puede hacer borrón y cuenta nueva de forma definitiva gracias siempre a nuestra fe en Jesucristo y levantarnos hacia el cielo.

Es tiempo de reconocer nuestras diarias equivocaciones, solicitarle al Creador además que nos perdone, nos guie, para reconocer estas fallas, arrodillándonos en oración y no volver a cometerlas ni siquiera inconscientemente, levantándonos para buscar su fortaleza y disculparnos con aquellos a quienes hayamos afectado con esa errada decisión para desde esa perspectiva enmendar los efectos de dichos actos o palabras y permitirnos así convivir fraternalmente para seguir integrándonos servicialmente a la obra creadora.

El Texto de Textos nos revela en Santiago 3:2, “Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo”.

Oremos para que guiados por el Espíritu Santo cada día cometamos menos errores.

Mi Kabbala – Adar 22, 5783/Martes 14 de Marzo del 2023.
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