¿Justos?
El Texto de Textos nos revela en Miqueas 6:8, “¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor:Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Creador”.
La Biblia está llena de enseñanzas dadas por seres excepcionales con historias de vida que nos denotan la importancia de vivir conforme a los mandatos del Creador, de allí que Abrahán, Jacob, Moisés, Samuel e Isaías son solo algunos ejemplos de personas que le sirvieron al responder a Su llamado, respondiendo siempre: hineni הנני, Aquí estoy, lealtad, atención y firme disposición para cumplir con sus preceptos divinos que nos debe motivar como creyentes para decir diario: “aquí estoy”, dispuestos a devolverle a Él un poco de todo lo otorgado, sirviéndole a sus propósitos, pero sobre fijando nuestra Fe en su hijo quien vino a este mundo para rescatarnos, salvarnos.
Cada historia como la de Abraham como padre de la Fe nos reitera que al pedírsele que matara a su hijo, se le estaba era mostrando que el Creador sustituiría nuestro sacrificio por el suyo, analogía que ademas nos indica que Abraham siempre miro hacia adelante y por ello vio el carnero atrapado en aquel matorral ofreciéndolo como sacrificio, en lugar de su hijo Isaac, o sea que debemos proyectarnos a ese lugar: Adonai ireh, יהוה יראה, propuesta que significa que El Señor verá, o sea que esa visión divina en aquel monte Moriá, nos denota y recuerda que Él se sacrificó por nosotros.
No es gratuito que en aquel sitio se construyeran los dos Templos Judíos, en Jerusalén. Siendo el mismo espacio en donde el Creador miró hacia abajo y vio a nuestro Señor Jesucristo como un sacrificio en la cruz, para que así con esa anticipación de la visión Divina darnos nuestra salvación desde mucho antes de crearnos, denotándonos así que aunque no somos justos y estamos plagados de desobediencias Él ha estado presto para rescatarnos ofreciéndonos su eterna misericordia y perdón.
No perdamos de vista que la Biblia, desde la primera letra en Génesis hasta la última del Apocalipsis nos proyecta ejemplos de cómo servirle, quizá por ello los Judíos que celebran el festival de Simjat Torá nos invitan a recitar cada versículo y así aprender una forma de cómo alabarle y servirle como Padre celestial, lo que nos llama a que en este plano sabiendo que no hay hombre justo, todo producto del pecado nos llenemos de esa Fe en Él para que a través de nuestro servicio y nuestros deseos le honremos y agrademos.
Probablemente por ello al revisar la vida de buena parte de los seres especiales de los que nos habla la Biblia encontramos que desde el principio Él nos ofreció su Palabra como a la vez a su hijo nuestro Señor Jesucristo: Verbo hecho carne, quien esta con el Creador siendo el Creador, lo que se deduce de la palabra hebrea et, que nos indica que aunque Él no se menciona explícitamente en la historia de la Creación, Él estaba allí en el Creador ofreciéndonos su justicia para lo cual solo necesitamos creer en Él y creerle a Él sirviéndole.
El Texto de Textos nos revela en Romanos 2:6, “Porque el Creador pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras”.
Oremos para que por Fe nos comportemos conforme a la justicia de Jesucristo.