Mi Kabbala – Nisán 10, 5783/Sábado 1 de abril del 2023.
¿Levadura?
El Texto de Textos nos revela en Levítico 23:5, “en el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.6 Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura”.
La fiesta de los panes sin levadura nos invita como creyentes a alimentarnos del Pan de Vida: Jesucristo y a digerir a diario su Palabra para lo cual Su Santo Espíritu nos ayuda a evacuar todo tipo de pecado, simbolismo que implica alejarnos de esa levadura, del ego, de todo lo que nos infecta: deseos que se reflejan en cómo nos retroalimentamos a diario, proceso que en el caso del pecado fermenta nuestra masa, fruto de esa mezcla y su reacción de azúcares que con su analogía nos habla de liberarnos de todo aquello que esponja nuestro ego, leudantes artificiales químicos que alteran nuestra glucosa.
Proceso que nos deja como enseñanza que nosotros debemos dejar de asimilarnos al mundo y de creer cosas que no son, las cuales nos llevan a presuponer incluso que estamos cumplimento los mandatos del Creador, mientras en nuestros corazones no somos capaces siquiera de denotar ese amor al próximo que Él nos exige. Fermentación o asimilación de algunas costumbres y creencias pese a la advertencia divina de no hacerlo. No es gratuito que padezcamos los dilemas corporales de las harinas leudadas que llaman nuestra atención para que nos nutramos de los preceptos y mandatos divinos alimento espiritual que nos integra a esa vida nueva en Cristo.
La Palabra עדן, deleitarse con o disfrutar de la vida, no aparece mucho en la Biblia y aunque algunos eruditos la traducen como su sustantivo común Edén, es claro que aunque esta tiene matices de delicias, placeres, lujo y deleite, también es, que fuimos expulsados de dicho jardín agradable debido a no obedecer una sola cosa: comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. De este término procede igualmente Paraíso, pardes פרדס, vinculando así aquel Jardín del Edén a nuestro futuro jardín celestial que será aquel lugar donde el justo tendrá derecho a comer del árbol de la vida, que está en dicho paraíso, árbol que para los creyentes es Jesucristo: pan de vida.
Todo nos habla de la forma como deberíamos vivir, sin embargo nosotros por seguir alimentándonos del árbol del conocimiento y su levadura, obviamos que necesitamos del Pan de Vida: Árbol de la Vida para poder retornar al Edén: a nuestro paraíso. No olvidemos que así como el proceso de fermentación hace que el pan se leude a través del tiempo, nosotros también fruto de seguirnos nutriendo del pecado y sus deseos incoherentes continuamos lejos de nuestro amoroso padre celestial viviendo en un cuerpo que muere.
Es preciso el evitar este tipo de retroalimentaciones egocéntricas y más bien nutrirnos del Pan de Vida que no tiene levadura, así por su apariencia otros alimentos mundanos nos parezcan mejores y hasta sanos. Los creyentes debemos alejarnos de todo lo que nos confunde y aleja: máscaras y disfraces que nos incitan a percibirnos como justos, cuando nuestros comportamientos personales están plagados de pecados. Es el tiempo de limpiar nuestro ser y evacuar todo aquello que no nos nutre para la vida eterna.
El Texto de Textos nos revela en Gálatas 5:9, “un poco de levadura leuda toda la masa”.
Oremos para que evitemos alimentarnos de todo aquello que como la levadura solo infla nuestros egos.