Mi Kabbala – Shevat 12, 5783/Jueves 2 de Febrero del 2023

¿Sembramos? 

El Texto de Textos nos revela en Isaías 65:22, “no edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque como los días de un árbol, así serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán de la obra de sus manos”.

No es un secreto que los árboles nos producen algo más que oxígeno, que estos purifican el aire, que además forman suelos fértiles, que también evitan la erosión e incluso que mantienen los ríos limpios, al captar agua para los acuíferos, sirviendo entre otras cosas  de refugio para la fauna, virtudes que implican el reducir la temperatura a su alrededor, propiciando así el establecimiento de otras especies, al regenerar los nutrientes de la tierra, así para algunos solo mejoren el paisaje o den sombra, en fin, un árbol es símbolo de vida.

Desde esa perspectiva culturas como la Judía nos invitan a entender el día de la bendición de la fruta o B´shvat como una fecha para sembrar árboles como una representación en ellos nuestros mejores deseos. Costumbre que nos incita a agradecerle a la tierra y al mismo Creador por todo lo que nos da, siendo esta una de las siete grandes festividades de dicho pueblo que como el Sucot se da luego de cuatro meses en que se han saturado los suelos y nutrido dichas semillas para que más adelante den frutos, como un recordatorio de la necesidad de ser más gratos y aportarle así al mundo lo mejor de nosotros.

En tiempos en donde cada vez parece que apreciamos menos la naturaleza, que maravilloso que como humanidad aprendamos a celebrar la vida, honrando nuestras interacciones con el todo y lógicamente con las plantas y árboles, naturaleza que nos enseña la importancia de nutrimos de nuestras profundas raíces, las cuales nos remontan no solo a nuestros patriarcas, sino a la Palabra, para que esas ramas del Árbol de la Vida sea las que nos dirijan hacia el cielo denotándonos que nuestros frutos están beneficiando no solo nuestras coexistencias sino a nuestra especie. 

Al hablar de fruto פרי los creyentes debemos entender que se nos ha sembrado la palabra para que guiados por ella reproduzcamos esas semillas en nuestros entornos, lo que quiere decir que esos frutos representan nuestras buenas acciones. Y es que todo nos enseña si así nos lo permitimos, por lo tanto, ese conocimiento práctico que reconocemos como sembrar nos debe incentivar no solo a que cuidemos de todo lo que nos rodea sino a la vez que plantemos en todos nuestros entornos la Palabra del Creador, enseñándole a las nuevas generaciones de la importancia de esta, así como de la preservación de todos nuestros ambientes especialmente los que tienen que ver con nuestro ser interior. 

Desde esa mirada hay quienes suponen que la tradición occidental del árbol de navidad tiene que ver en parte con esa visión espiritual de honrar a través de un árbol, el de la Vida, la llegada del Mesías y por ello, ese espacio se decora con luces que reflejan que Él ilumina nuestros hogares. Más no se trata como creyentes de confundirnos con ritos, más si de intentar que cada celebración o festividad nos mantenga dentro de la esencia de nuestras creencias como hijos del Creador que siembran su palabra y sus bendiciones. 

El Texto de Textos nos revela en Lucas 23:31, “porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?”

Oremos para que a diario sembremos vida con nuestras palabras. 

Mi Kabbala – Shevat 12, 5783/Jueves 2 de Febrero del 2023
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