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Mi Kabbala – Shevat 27, 5783/Viernes 17 de Febrero del 2023.

¿Pruebas? 

El Texto de Textos nos revela en Genesis 12:1, “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”.

Los eruditos aseguran que como Abraham debemos superar una serie de pruebas en este mundo que nos integran al Creador, las cuales pasan por tener que alejarnos de apegos e idolatrías, abandonando incluso los proyectos de nuestros ancestros si estos no están acordes a los mandatos Divinos, también el soportar algunas necesidades para confiar realmente en el Creador, así como el enfrentarse a la envidia y resentimientos de los que nos rodean en la búsqueda de vivir en paz con nosotros mismos como cuando a Abraham le capturaron a Sara o se llevaron preso a su primo Lot. 

Quienes hablan de nisiyonot o nisaiyón como prueba, examen o test nos invitan a comprender que nuestro Creador omnisciente no necesita ponernos a prueba como creyentes para saber cómo van a responder, más si que el nisaiyón como prueba nos llama a entender que aquel que la supera exitosamente, aprende una lección de vida que no sabía anteriormente, y que como nuestros patriarcas, lega para la posteridad, asi que el nisaiyón educa y hace crecer al que la vive, forjando nuestra fe y la de nuestros entornos. 

El midrash cuenta que Abraham superó esas diez pruebas en su fe, siendo una más difícil que la otra, dejando así el camino libre para las futuras generaciones de sus descendientes, lo que de alguna forma significa que en algún momento de nuestras vidas nos enfrentamos a pruebas, algunas cotidianas, superables y otras duras y complicadas, las cuales siempre nos hacen reflexionar pero no pueden llevarnos a dudar de nuestra fe, cuestionándonos más el para qué que el por qué, lo que implica que la prueba no puede ser vista como un castigo sino como una forma de fortalecer nuestra confianza y crecer espiritualmente. 

La palabra hebrea bojan בוחן־, refinar, comprobar, fundir, así como Bachan se confunden con Tentación, Nasah para advertirnos que debemos hacer un pacto con el Creador en donde estemos dispuestos a sacrificar nuestros deseos y expectativas y así lograr superar todas esas circunstancias mundanas que incluso no solo nos afectan sino que nos infectan siendo necesario para ello que el mismo Espíritu santo nos guie o de lo contrario es probable que nos quedemos esclavizados a los mismos errores y adversidades.   

Con respecto a la tentación tenemos la posibilidad de fortalecer nuestras decisiones al respecto de si seguimos contaminándonos con los frutos del árbol del conocimiento que está plagado de ilusiones y deseos o por el contrario escogemos los frutos del Árbol de la Vida, Jesucristo, lo cual implica retroalimentarnos de su amor para con esa Luz irradiar nuestros entornos, lo que quiere decir que seguir descalificando las pruebas o tentaciones como castigos divinos es obviar el poder sanador de estas para cualificarnos.    

El Texto de Textos nos revela en Juan 16:33, “yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”.

Oremos para que encontremos la paz en medio de todas nuestras diferencias.