Mi Kabbala – Siván 24, 5783/Miércoles 14 de Junio del 2023.
¿Traducimos?
El Texto de Textos nos revela en II de Reyes 1:8, “Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, u golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y otro lado, y pasaron ambos por lo seco”.
Todo nos da luces al respecto del Creador y, esos signos hacen parte según algunos creyentes del No Tankón, moda que se fue convirtiendo en costumbre y que se reconoce con el nombre de acrósticos, los cuales consisten en crear palabras nuevas a partir de las letras iniciales o finales que componen una frase. Desde otra mirada, pero con la misma visión, quienes hablan de la Temurah aseguran gracias a esa práctica de sustituir una letra por otra, por un número u otras combinaciones de alguna manera predeterminadas, la posibilidad de encontrar así nuevos significados a nuestro lenguaje.
Lo interesante de este tipo de reflexiones con respecto a nuestras Sagradas Escrituras es que se dice que al hablar de Tzirufim o tejido de símbolos, se encuentran en ellos frases con contenidos divinos paridas de la iluminación, la cual generan esos signos que parten del alfabeto original Hebreo con el cual nuestro Creador generó todo lo que existe y por ende nuestras vidas. Lo que hace que quienes se dedican a este tipo de estudios nos recuerden que en todo hay manifestaciones del Creador para acercarnos más a Él.
Signos, אות, señales, que contienen expresiones divinas, que nos orientan y aunque para algunos parecen secretas u ocultas casi que instrumentos misteriosos, todas esas luces nos ayudan a comprender mejor las fuerzas que gobiernan nuestro universo y por ende recobrar a través de nuestro confuso lenguaje esa armonía perdida. Y aunque es un tema bastante complejo que genera que algunos detractores lo califiquen como especulaciones, lo cierto es que con o sin la ayuda de estas fuentes de estudio, debemos buscar entender su Palabra, la misma que cual acrósticos está plagada de signos y símbolos que redundan en invitarnos a amarnos y a sabernos parte de la Creación.
No se trata entonces de convertirnos en expertos en esas u otras visiones de vida como si en permitirnos que cada una de las letras, signos o números con los que nos comunicamos a diario nos proyecten esos imaginarios divinos a los que podemos acceder gracias simple y llanamente a dejarnos guiar por el Espíritu del Creador a través de la relectura de esa Palabra para que igual a quienes han dedicado sus vidas a los estudios de estas combinaciones sígnicas tanto horizontales, verticales como diagonales se nos revele esa continua motivación divina para que simplemente nos reorientemos.
Como creyentes todas las emanaciones de nuestro Creador están a nuestro alcance gracias a nuestro Señor Jesucristo el cual nos reitera que Él está por encima de todas las cosas y no podemos acercarnos a Él a través de nuestro conocimiento sino por Fe, siendo necesario que se hiciese hombre y nos denotara que más allá de nuestras visiones de tiempo y espacio debido a nuestros límites y decodificaciones finitas lingüísticas, tenemos la posibilidad de reencontrarnos con Él a través de dicho lenguaje.
El Texto de Textos nos revela en I de Corintios 10:32, “no seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia del Creador, 33 como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos”.
Oremos para que cada letra con la que construimos nuestra palabra contenga la luz del Creador.