Temas Majestuosos – Episodio XIVL – Adios…

EPISODIO XXXXIV

ADIOS

“El tiempo pasa…”

EL GUAGUANCO DEL ADIOS

Roberto Roena 

Con lagrimas no se curan heridas, opino que no se debe de llorar”… Cuando empecé a asistir a los agua lulos… no era un buen bailador … por lo menos comparado con aquellos … que parecían tener en vez de músculos resortes… rumberos que se movían de una forma muy difícil de imitar… lo cierto es que aprendí a bailar… pero … el intervalo inquisidor de final de la niñez y la llegada de la adolescencia… no me permitían alcanzar ciertas destrezas que debieron fundamentarse en esa etapa infantil… pero bueno… bailaba y ese ritmo … se convirtió en una invitación cotidiana de la música… a disfrutar de la vida… deguste que siento para aquellos días se ubicaba en un buen número de esquinas de mi barrio… sí… la “salsa” se digería hasta en el sistema digestivo de mi mente… “La mente que no se de por destruida, nació para legislar, para mandar”… Y nada mejor para alimentar los deseos de bailar… que una buena expositora del sexo opuesto …. Una experta en estas lides… “Si yo se quien ere tu, tu no sabes quien soy yo”... Esa … que aun doblando mi edad… parecía no importarle… para ella lo valido … al aceptar mis invitaciones a bailar… era gozársela… Hoy luego de muchos años de brillar baldosa a su lado…  creo que el amor que sentí por ella… en ese momento… era algo más maternal que real… “Yo soy esa voz que te llamo, porque te amo; Tu fuiste el silencio criminal”… en fin… eso si … aun recuerdo con agrado… como cada domingo en la tarde … nos reuníamos en el mismo bailadero, para lograr que hasta nuestros bellos  danzaran … “Yo te vi pasar mire tu adiós, jure callar”…. Y quizá fue esa misma rutina… la que me fue haciendo suponer que existía entre nosotros otro tipo de sentimientos… me había acostumbrando a estar muy cerca de ella… me había adecuado tanto a ella que sin ella sentía el baile no era lo mismo… “Fue mi alma la que te nombro”…. Pasos van, … pasos bien…  apretujón va… apretujón viene… tocada no intencional va… tocada viene…  y aunque al final no habían besos en si… sino uno que otro pico… yo sentía de alguna manera que casi que éramos pareja… pero no… , las cosas tenían que terminar… lo bueno nunca dura… y esa es la ley de la vida… “Negrita te digo que yo se quien eres tu, tu que va no sabes quien soy yo”… supongo que ella estaba actuando en ese rol de sentirse una adolescente siendo ya una adulta… y su libreto lo escribían los temas que bailábamos… y el mío lo escribía a través de mis sueños… Aunque tu vuelvas a mi después de lo que ha pasado yo voy a decirte así, aléjate de mi lado…. Ella ya había toreado en muchas faenas… lo entiendo… por lo que asumía los encuentros como una emocionante aventura…. Yo en cambio le temía aún al capote … y tuve que aprender a punta de envestidas… “Después de lo que paso ya no te quiero a mi lado, aléjate bandolera, que me dejaste anulado”… Al corto tiempo como era lógico … mi “maestra” no regreso…  adaptarme a nuevos compases fue complicado… no todas asumían con tanta naturalidad un pequeño descache de mis manos… La música por un buen tiempo no sonaba igual … y el agua con limón no lograba calmar la pena de no verle… “Te digo no, no, no; ya no te puede querer, si eres mala y bandolera que te lleve lucifer”… Las mujeres de la rumba son así… y ahora las entiendo… aunque en aquel sitio no sólo deje gotas de sudor… sino lágrimas de desamor… Se acabo, mi amor lo mataste, si acaso me ves por esos caminos que recorrimos, olvida que los pasaste. Y así como Roena…  al final… en varias ocasiones le deje mi número telefónico… con el propósito de aunque sea despedirnos… espero eso sí que aquel cantante allá tenido mejor suerte…Si quieres oír mi música llámame al...

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