20/Mar 13 de Dic – 22 (5783) 

¿Suponer?   

El Texto de Textos nos revela en Levítico 26:12, “Andaré entre vosotros y seré vuestro Creador, y vosotros seréis mi pueblo”.

YO SOY es el todo, el Creador y nosotros somos fragmentarnos de Él, que al separarnos conservamos partículas de esa esencia divina lumínica, lo cual nos debe llevar a sospechar que ese Yo que se traduce en nuestro ego, no es para que nos queramos sentir casi que semidioses sino que ello nos invita solo a acercarnos e integrarnos a Él ahora consciente y voluntariamente logrando con ello que esa visión actual distorsionada de la realidad producto de nuestros desconocimientos y desconexión con Él y su Luz no nos siga llevando equivocadamente a que busquemos más bien convertirnos en luminarias.  

Nuestra actual lejanía producto de nuestro pecado hizo que pasáramos de lo ilimitado e infinito del YO SOY a lo limitado y finito de nuestro Yo, confusión, que solo denota el vacío y soledad existencial que nos sofoca y que se percibe más grande y poderoso de lo que es, siendo quizá esta la razón fundamental para que vivamos de deseos e ilusiones y metidos en una especie de caverna en donde nos proyectamos hacia un exterior fruto promoviendo especulaciones que nos asustan, nos llenan de miedos y de alucinaciones. 

Hoy conocemos todo tras dicho velo del Yo, que desea y busca reintegrarse a la Luz del Creador más se deja atraer por diversos tipos de espectros a los que sin poderse vincular los percibe como parte, cercanos, distrayéndonos al fijar nuestra visión en esa serie de objetos e incluso luminarias artificiales exteriores que solo nos separan aún más de todas las posibilidades que podemos encontrar a diario sinos reenfocáramos en lo que es necesario e indispensable para el crecimiento de nuestro alma. 

Querernos vincular con todo y con todos es lo lógico, sin embargo la forma como suponemos debe ser no lo es ya que esta es producto de nuestras ideas fragmentadas al respecto de la Creación, de allí que hasta la filosofía nos llame a: conocernos a nosotros mismos, lo que nos lleva además a buscar nuestra esencia, a comprendernos como un sistema articulado al que pertenecemos y además nos debemos. 

Llenar ese vacío y dejarnos guiar por nuestros satisfactores trascendentes que poco comprendemos implica alejarnos pero de los placeres temporales que incluso motivan nuestros instintos, es tiempo más bien de amar, vinculándonos los unos con los otros, para integrarnos al todo y así volver a hacer parte de la Creación, la cual tiene un plan general de retorno a través del cual lo único que se nos pide es el dejarnos guiar por la Palabra y dejar de ser los hijos pródigos desobedientes que hemos sido hasta hoy.  

El Texto de Textos nos revela en I de Tesalonicenses 5:9, “Porque no nos ha puesto el Creador para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 10 quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Él. 11 Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis”.

Oremos para que pronto nos demos cuenta de quiénes somos. 

20/Mar 13 de Dic – 22 (5783) 
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