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Mi Kabbala – 16 Adar 5784 – domingo 25 de febrero del 2024

¿Recrearnos?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 40:28, “¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el nuestro Señor y Padre eterno, creador de los confines de la tierra”.

Crear es producir de la nada אַחַת, efes o cero, en términos más que generales, por lo que aunque algunas personas se describen como creativas, lo cierto es que está demostrado que los seres humanos lo que hacemos es recrearnos en lo creado, lo que se traduce que simplemente dicha creatividad se denota en aquellos que observan más todo lo creado, para descubrir allí lo que otros aún no han observado. Visión que además nos induce a comprender que el único que crea es quien nos creó. Creador al que sin embargo parece no le queremos creer por estar enredados en todo tipo de credos sin sentido.

Desde esa mirada las primeras palabras pronunciadas por ese Ser Superior en toda la Biblia que son: Hágase la luz, nos invitan a comprender que dicha sentencia: yehi, יְהִי אוֹר, implica desde su propia esencia que fuimos creados para ser: yehi יְהִי, déjalo ser, lo cual nos lleva a entender ese término especial como una acción reservada para el poder creador de nuestro Padre Celestial quien nos invita a ser a través de su Ser, siendo nuestra tarea el recrearnos en todo lo por Él creado, ya que nos otorgó su libre albedrio y sus propias palabras para que a través de estas nos recreáramos. 

Expresiones que se derivan de su propio nombre, Yahweh יהוה, lo que implica según algunos eruditos que los seres humanos no podemos crear con nuestras palabras, ya que estas son de Él, pero nosotros confundidos en nuestras lenguas finitas y limitadas poco podemos entender su ser infinito e ilimitado y menos el cómo Él rompió el silencio con dicha expresión para hacer la Luz y con ella a nosotros. Así fue como esa creación partió desde su propio nombre para a partir de esas palabras recrear todo, por lo cual esas expresiones originales hebreas como אור, luz, nos otorgan un símbolo de vida, alegría y liberación.

Los mismos profetas y seres especiales que han deambulado por todos los rincones de la tierra a través de los tiempos, nos han expresado esta verdad, por lo tanto, si releemos a profetas como Isaías podremos comprender todo lo que significa esa Luz creadora, que es a la vez la Luz de Israel, la misma que según el mismo profeta se convertirá en fuego, אֵשׁ esh, para quienes no le atendieron, lo que quizá nos invita como creyentes a que esa Luz arrojada a nuestras existencias sea la que le de un verdadero significado a todo para no terminar quemándonos con nuestras expresiones pecadoras.

Elías, אֵלִיָּהו, ēliyahū, como profeta nos permite una hermosa reflexión al respecto de ese fuego consumidos que nosotros debemos vislumbrar como esa Luz hace parte de nuestras vidas y que esta en nuestras cotidianidades para que dependamos de ella y su energía en movimiento, para que todo tenga un sentido, sin embargo, embebidos en nuestras ignorancias egocéntricas obviamos que esa capacidad creativa de la que tanto especulamos y que incluso suponemos nos hace superiores a los otros seres vivos de los que deberíamos ser sus mayordomos, no existe realmente, debido a que solo podemos recrearnos en lo Creado y por ende nos debemos es al Creador.

El Texto de Textos nos revela en Romanos 11:36, “porque todas las cosas proceden de Él, y existen por Él y para Él”.

Oremos para recrearnos en todo lo creado y que esa Luz divina sea la que guie nuestras vidas y no nuestro fuego pecador.