Mi Kabbala – 17 Adar 5784 – lunes 26 de febrero del 2024.

¿Treinta y tres?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 53:5, “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.

Reflexionando un poco desde la cábala y la gematria pero más desde nuestras propias especulaciones, parece que cuando la Tora describe al prometido Mesías, habla de un rey que triunfará magníficamente, pero extrañamente esos obvian que el profeta Isaías describe otras características del mismo Mesías, uno que sufrirá y cuya terrible muerte expiará los pecados de toda la humanidad. Triunfo aceptado desde la lógica Cristiana pero no por los judíos, simple y llanamente porque no coincide con sus visiones mesiánicas, ya que no comprenden aquel hombre que sufre según las siete letras ocultas que deletrean: ישוע שמי , yeshua sh’mi lo que traduce literalmente: Jesús es mi nombre.

Conclusión sencilla a la que se llega gracias a la guía del Espíritu Santo que es quien realmente aclara todo lo que de alguna manera nos expresa la Palabra del Creador, la cual desafortunadamente cada quien interpreta incluso a sus propias conveniencias. Probablemente por ello, uno debe además profundizar un poco más en otros textos que desde sus simbologías le aporten nuevos insumos para poder comprender esta premisa de vida del nuevo Adam o Mashiaj Mesías, ya sea como Mashiaj Ben Yosef, Hijo de José o de Efrain: Mashiaj Ben Efraim y el Mesias: Mashiaj Ben David, מלך המשיח.

Siendo nuestro Señor Jesucristo quien desempeñaría tareas diferentes en momentos terrenales distintos, cumpliendo inicialmente para los creyentes el rol de Señor y Salvador quien fue crucificado por nuestros pecados a sus 33 años, שְׁתַּיִם, shtayim, 3 , número sagrado que aparece como una de las más profundas promesas del Creador, pero que suele encontrarse oculto. Quienes así lo estudian nos dicen que en la Tora dicho número se relaciona con Noé y el pacto especial que hace el Creador para no volver a destruir el mundo entero con un diluvio, del que nos habla también el arco iris.  

La visión del 33 aparece también a través del nombre de Abraham especialmente cuando Isaac como hijo de la promesa nace para luego enfatizarnos más de ello al hablar de Jacob específicamente cuando este tuvo la visión de la escalera que llegaba al cielo. Enfoques que nos reiteran que nuestro Señor Jesucristo como Mesías es la promesa misericordiosa y salvadora para llevarnos al cielo, dándole a este número 33 otra esencia, en donde esos dos tres, llevados al hebreo nos recuerdan que ese número representado por la letra guimel ג, de la raíz gamal גמל, contiene un significado especial: el de repartir a o dar.

Por lo cual, el término gemilut hasidim, גְּמִילוּת חֲסָדִים, implica la práctica de la bondad amorosa hacia los demás, concepto que también proviene de esta misma raíz y esa es la esencia que guía la promesa de Dios a Noé, Abrahán y Jacob y a todos nosotros los creyentes, y de la cual nos habló Jesucristo como Mesías en cumplimiento de todo lo prometido en su Palabra, esa de la que debemos beber a diario para poder comprender lo que regularmente es incomprensible, ya que no estamos acercándonos al Creador como es: a través de su Santo Espíritu que nos guía a cada momento.

El Texto de Textos nos revela en Hechos 5:42, “Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías”.

Oremos para poder comprender al Mesías: nuestro Señor y Salvador.

Mi Kabbala – 17 Adar 5784 – lunes 26 de febrero del 2024.
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