Back

Mi Kabbala – 1 Iyar – miércoles 8 de mayo del 2024.

¿Confiamos? 

El Texto de Textos nos revela en Jeremías 17:7, “Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en Él”.

Es bien sabido que una cosa es creer en el Señor y otra el creerle al Señor, lo que implica que si tenemos fe en Él, debemos denotar está en nuestra cotidianidad. Ya que si Él es el Creador de todo y por ende omnipotente y omnipresente, no es coherente que estemos dudando de sus propósitos y menos que anhelamos que Él se comporte acorde a nuestras búsquedas mundanas finitas y limitadas. Se trata de dejarnos guiar por Él y de asumir que si estamos en sus designios todo lo que nos ocurrirá será para nuestro provecho y nuestro bien טוֹב, tob. 

La confianza, esa que nos invita a actuar con fe, es quizá una de las principales herramientas para los creyentes, sin embargo, parece que históricamente nos hemos dejado guiar por las dudas, por nuestros propios criterios y lo que es peor, por recomendaciones externas que como las de la misma serpiente llevaron a Eva y luego a Adán a que nos legaran una herencia de desobediencia de la que aún no nos hemos podido liberar. Probablemente por ello el nombre Caín en hebreo, קַיִן, kayin, nos proyecta a suponer que algo es adquirido, obviando que todo nos ha sido otorgado. 

Dicha acción de Eva, de presuponer que fue ella quien adquirió algo, incluso esperando que así se le cumpliera la promesa, la llevó erradamente a creer que tenía que hacer algo al respecto, así que mal interpreto que su responsabilidad era resolver la situación y desde esa perspectiva nombró así a Caín, dejando como premisa que ella lo había adquirido del mismo Creador para arreglar aquella situación que les llevó a desobedecer y a comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, luego de responsabilizar al engañador, מִרְמָה, mirmah, por ello.

Confusión en la que caemos regularmente y que lógicamente generó que este ser tampoco se acogiera a los propósitos del Creador. Por el contrario, Set, nombre que expresa una cosmovisión completamente diferente, hace referencia a שֵׁת, shet, algo proveído o provisto, por el mismo Creador como sucede con todo lo creado. Ese término en hebreo viene del verbo לָשִית, que significa designar, lo cual nos invita a comprender que cuando nos dejamos guiar por el Creador y no por nuestros deseos o raciocinios incoherentes creyéndole y teniendo fe en Él, siempre seremos guiados por el buen camino, el cual Él lo diseño y difiere mucho de nuestras búsquedas egocentricas. 

Enos אֱנוֹשׁ, como hijos de set, al igual que su padre nos recuerda lo importante de comprender cada una de nuestras acciones, las cuales regularmente van en contra del plan del Creador, es por ello que como humanos al igual que Eva a veces suponemos que estamos haciendo las cosas bien, sin hacerlas, ya que no confiamos en Él sino en nuestros criterios. Por lo tanto, la diferencia siempre será extremadamente significativa para denotarnos que no se trata de intentar acciones propias, por nobles que estas nos parezcan, sino sobre todo de confiar en Él, de tener Fe y dejarnos guiar por sus preceptos y mandatos, cumpliendo con estos.

El Texto de Textos nos revela en I de Juan 5:14, “Esta es la confianza que tenemos al acercarnos al Creador: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye”.

Oremos para confiar plenamente en nuestro Creador y su guía.