Mi Kabbala – 14 Adar II -5784 / domingo 24 de marzo del 2024

¿Trinidad?

El Texto de Textos nos revela en Ezequiel 2:3 “entonces me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se ha rebelado contra mí; ellos y sus padres se han levantado contra mí hasta este mismo día”.

Nuestro cuerpo tiene una cabeza, que contiene unos lóculos cerebrales que reconocemos como una mente que piensa y que como pantalla del alma hace de nuestra corporalidad como unidad אֶחָד echad, un vehículo para integrarnos con Él, trinidad, que como analogía nos lleva a ser padres, hijos, una familia, una iglesia por lo que no podemos seguirnos percibiendo como entidades separadas, cuando somos uno con el Creador, quien es nuestro Padre y dador de la vida, somos sus hijos y Él se humano a través de nuestro Señor Jesucristo para allanarnos el camino de retorno, trilogía que nos presenta Su Espíritu como el canal que nos comunica con nosotros, los otros y Él.

Asimilar que Él es la revelación misma de ese Padre, abba, אב como a la vez visionar al Espíritu Santo como el mismo ser, un Creador único, íntimamente vinculado a nosotros, es quitarnos ese velo que nos separa de Él para iluminar nuestro entendimiento gracias a Su Haz de Luz el cual toca nuestro interior para darnos una mayor claridad en pro que nuestros estrechos conocimientos humanos, nos posibiliten reconocernos como esos hijos que necesitando de Su guía e ir así transformándonos fruto que nos sentimos parte al integrarnos a esa trinidad a través de toda Su obra.

Al releer Su Palabra nos queda más que claro que aquello aparentemente imposible de que Él se humanara para las creencias del Antiguo Testamento, al renovar חָדַשׁ kjadásh, nuestras mentes se hace viable denotándonos incluso que cada letra de la misma Torá contiene esas referencias precisas tanto del Padre, del Hijo como del Espíritu, con todo y ello seguimos presos de confusiones e interpretaciones que solo nos distancian aun más de Él fruto de seguirnos llenando de desinformaciones y especulaciones.

Lo cierto es que siendo o no expertos en estas lides y leyendo o no las mejores traducciones de la Biblia, el Espíritu Santo a través de la oración nos revela חֲשִׂיפָה, Jasif, que toda la información que incluso ya conocemos desde esos Textos Sagrados, nos invita más: a vivir en armonía, a amarnos los unos a los otros, a quitarnos esa ceguera espiritual que nos mantiene en lo oculto y alejados del Creador, provocando con ese descubrimiento unas nuevas relaciones para nuestras coexistencias en donde lo prioritario sea el ver al Padre a través de las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo como nuestro redentor y Salvador.

Tristemente mientras sigamos mal usando el nombre de nuestro propio Creador para nuestras búsquedas personales, desconociendo el amor del Hijo y su misericordia para borrar nuestros pecados y acercándonos incorrectamente al Espíritu Santo simplemente no lograremos integrarnos a esa realidad aparentemente oculta סָתַר sathar, que difiere lógicamente en cada ser humano, pero que en términos generales nos debe integrar al único propósito verdadero, que tiene que ver con tener una relación profunda con nuestro Creador entregándole nuestra voluntad para retornar eternamente a su lado.

El Texto de Textos nos revela en Lucas 5:24, “pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.

Oremos para que cada lectura bíblica nos acerque más y más a Él.  

Mi Kabbala – 14 Adar II -5784 / domingo 24 de marzo del 2024
Scroll hacia arriba