Mi Kabbala – 15 de Adar II -5784 / lunes 25 de marzo del 2024

¿Limpios?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 1:16, “¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal!”

Algunos grupos de superación de adicciones trabajan como meta el día a día en pro que solo por esas horas de ese día, dicha persona se mantenga limpia, טֳהָר־, tahor, de consumir, ya que es el hoy lo que interesa para ese adicto se mantenga en dicho objetivo durante el resto de su vida. Con esa enseñanza nuestras diarias palabras deberían ser sanas, sabias y limpias en pro de purificar nuestras coexistencias, razón de peso para comprender el por qué algunos creyentes intentan el repetir a diario una serie de rezos que son considerados como sagrados y que no solo elevan nuestro ser, sino que nos integran al mismo Creador a cada instante.

Tras dichos objetivos debemos además no seguirnos llenando de inmundicias verbales con las cuales retroalimentamos nuestros pensamientos, mentes, cuerpos y acciones, entendiendo que cada idea que tengamos al respecto de la vida debe incitarnos es a relacionarnos más y mejor con los demás hasta entender que es el Creador, el que nos sirve de sostén y de protección para que esas interacciones sean más que armónicas en esa búsqueda espiritual en donde solo por hoy, aquí y ahora, vivimos para sus planes, תָּכְנִית tochnit, lo que quiere decir que confiamos en Su guía.

Buscar la pureza y la limpieza de nuestra alma debe enfocarnos en sus preceptos para que nuestras esperanzas, deseos, proyectos, planes, e ideales nos permitan a diario desintoxicarnos, desinfectarnos y evacuar נָדַד nadad, todo aquello que desdiga de esas búsquedas que teniendo que complementarse con acciones sociales, laborales y profesionales, pueden distraernos de nuestros propósitos transcendentes y absorbernos con todo tipo de elementos que se hace necesario desvincular de nuestras vidas.

El tikún olam תיקון עולם  nos llama a reparar el mundo, reenfocando nuestras diarias vivencias hacia Él en vez de recrearnos en enemigos ocultos o enfermedades que convertimos en crónicas, alejamientos, conflictos, deudas, en fin una serie de sufrimientos que disfrazamos de castigos, visiones que son solo producto de no sentirnos limpios a diario al no llenarnos de los ríos de agua viva que nos ofrece nuestro Creador los cuales nos vinculan con su amor y todo lo bueno y bello que Él nos tiene preparado a cada instante.

Estar limpios נקיo puros, Lev Tahor, nos lleva a tener un corazón puro, lo cual no se logra con ritos, que solo nos confunden con deidades del inframundo en donde nos ensuciamos más con los muchos males de esas dimensiones y sus creencias que como costumbres mitológicas y paganas solo le dan a nuestros imaginarios confusiones que obvian el significado de la justicia divina, rodeándonos de más impurezas al recrearnos en búsquedas de riquezas con las cuales solo estamos promoviendo falsas creencias de las que no podremos limpiarnos tan fácilmente, en vez de dejarnos guiar por la pureza del Espíritu Santo y el Haz de Luz del Creador que ilumina nuestro entendimiento.

El Texto de Textos nos revela en II de Corintios 7:1, “como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor del Creador la obra de nuestra santificación”.

Oremos para que nuestras palabras, pensamientos, acciones y omisiones enfocadas hacia el Creador nos limpien de nuestras diarias impurezas. 

Mi Kabbala – 15 de Adar II -5784 / lunes 25 de marzo del 2024
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