Mi Kabbala – 14 Tishrei, 5784 – Viernes 29 de septiembre del 2023.   

¿Significados?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 45:18, “Yo soy el Creador y no hay ningún otro”.

Nos recreamos en la Palabra del Creador, yehiיְהִי, déjalo ser, lo que quiere decir que Su luz nos guía, nos alimenta analogía que nos lleva a la leche materna del seno de nuestras madres para entender que Él es nuestro todo y que absolutamente todo lo que vivenciamos contiene esas chispas de luz que generan la movilidad de este universo, comunicación que nos coloca en común, en comunidad, en comunión con Él y Su obra, siendo nuestro lenguaje finito y limitado tan solo unas señales para que con esos conceptos y en ese contexto nos acerquemos, alejándonos pero de nuestras ignorancias, desconocimientos.

El propósito de esos signos lingüísticos es señalarnos el camino, más por nuestras confusiones mal usamos esos distintos términos para reconocernos en Él, incumpliendo sus mandatos y que de Él todo procede, llamado que desde que nos hace desde cuando se reveló a los patriarcas Abrahán y Jacob usando descripciones envueltas de conceptos que como el אֵל שַׁדַּי El Shadai, nos hablan de nuestra esencia que esta en todo lugar שדה sadé, desierto desde donde nos guía para que esos deseos nos lleven a entender nuestra necesidad y dependencia de Él, por lo que cada palabra nos señala ese horizonte.

Quienes se confunden en nuestros significados finitos y limitados suponen que Adonai o mis señores, es un nombre, obviando que incluso esos mal llamados misterios de las Escrituras abren nuestras compuertas mentales hasta comprender que ese Adonai Tzevaot, יְהוָה צְבָאוֹת, significa más que unas características, como Señor de los ejércitos o comandante de Su pueblo, que Él nos guía en esas nuestras luchas diarias que cual batallas celestiales solo explican lo distraídos que vivimos para lo cual esas brigadas de soldados celestiales, ángeles, luchan también para que nosotros superemos las fuerzas de la naturaleza física de nuestros deseos y le aceptemos como nuestro todo y Rey. 

Cada letra nos señala ese camino de retorno, lo que nos incita a usar nuestro lenguaje reverentemente para comunicarnos con ese Ser Superior y Su obra, lo que implica que cada nombre contiene ese código de Su voluntad, la misma que obviamos al ser desobedientes e gratos, sirviendo a todo menos a sus mandatos, invocando y evocando acciones que van en Su contra, adjudicándole además lo malo de nuestros propios deseos cuando Él creo todo bueno: tôv טוב, lo que implica agradarnos y alabarle disfrutando de Su obra al dejarnos guiar por Su Palabra.

Job אִיּוֹב, como espejo de nuestras propias pruebas, nos llama a cuidarnos de las expresiones que usamos, especialmente de las quejas, ya que ellas mismas nos están llamando la atención a reconectarnos inicialmente con nuestra propia esencia a través de nuestras oraciones y luego sí al invocarle respetuosamente, a acercarnos más y más a Él a través de Su obra gracias a nuestras intenciones y deseos, enfocados en esa visión armónica integral en donde nos reconocemos como un alma viviendo una experiencia terrenal que lógicamente finiquitará con ese nacimiento espiritual en donde atendemos todas sus señales hasta sabernos sus hijos, esos que se nutren a cada instante de Su palabra. 

El Texto de Textos nos revela en Apocalipsis 21:23, “la ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria del Creador la ilumina, y el Cordero es su lumbrera”.

Oremos para que comprendamos nuestra dependencia absoluta de Él. 

Mi Kabbala – 14 Tishrei, 5784 – Viernes 29 de septiembre del 2023.   

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