Mi kabbala – 18 de Adar II -5784 / jueves 28 de marzo del 2024

¿Profetas?

El Texto de Textos nos revela en Isaías 9:6, “Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Creador fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.

Hay algunos creyentes que se hacen llamar apóstoles, otros, incluso profetas y no faltará el que en sus alucinaciones se considere hasta Mesías, sin embargo, la Biblia es clara en que incluso aquellos seres especiales que en el Texto de Textos aparecen como líderes solo deben servir de ejemplo dentro de esos entornos para denotarnos como humanos los errores que cometemos y reiteramos generacionalmente al no mantenernos apegados a los mandatos y preceptos del Creador, de allí que palabras como be’dorotav, בדורותיו, signifiquen un llamado milenario para atender la guía de nuestro Creador.

Muestra de ello, lo encontramos al estudiar la vida de Noé quien era intachable con respecto a los de su generación, sin embargo, al enfocarnos en algunas de sus acciones él no es el ejemplo a seguir para nosotros, fruto de algunos de sus comportamientos, lo cual llevo a nuestro Señor Jesucristo a advertirnos que no hay un hombre justo, mishpat, מִשְׁפָּט, por lo cual aunque Noé fue llamado por el Creador para construir el arca y obedeció y fue capaz de mantenerse firme en tiempos de tal anarquía, luego, en momentos en donde las cosas eran más fáciles no logró hacer lo mismo.

Lo que no le descalifica, pero si nos cualifica a todos para comprender que esos seres simplemente preparaban el camino para enseñarnos que solo hay uno justo, que incluso no se calificó así: nuestro Señor Jesucristo. El mismo profeta Isaías que vivió setecientos años antes de Él y que fue uno de los enviados por el Creador en el Antiguo Testamento para que profetizara acerca de dicha salvación proyectando esa visión de un Mesías sumiso, humilde, con heridas, afligido, que asumiría los pecados, חָטָא kjatá, de toda la humanidad, nos llama a no perder de vista estas cualidades.

Así que quienes se quieren auto denominar como especiales no deben obviar que sólo uno lo fue y que como servidor inigualable, siervo del Señor, no vino a ser servido sino a servir por lo que eved, YHWH עבד יהוה, no debe entenderse solo como aquel siervo desde la mirada despectiva que algunos le dan a este término, sino que dicha palabra es realmente el título de enorme honor dado por un rey, solo a su consejero más confiable, para reiterarnos desde esa perspectiva que sólo Él es digno de ser seguido.   

La palabra hebrea eved proviene de la raíz ABD עבד, que significa trabajar por lo que se nos llama a servir a alguien que no sea a uno mismo, así es como nuestras predicas y ejemplos de vida deben ser para seguir su ejemplo, ese de amar a nuestro Creador por encima de todas las cosas y a nuestros próximos como a nosotros mismos, de lo contrario así se asuman posturas exteriores de santidad, solo estaremos denotando como todos aquellos grandes hombres que el Creador uso en su momento, que por más que queramos sentirnos y sabernos cerca de Él, si realmente no acudimos a Él a través de su Espíritu Santo no seremos más que ilusos, que alimentando su ego, cada vez están más lejos Él.

El Texto de Textos nos revela en Hechos 5:42, “Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías”.

Oremos para que sea el Señor Jesucristo nuestro único guía y salvador.

Mi kabbala – 18 de Adar II -5784 / jueves 28 de marzo del 2024
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