¿Días?
El Texto de Textos nos revela en el Salmo 90:12, “Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”.
El calendario judío está basado en ciclos lunares, יָרֵחַ, Yareach y fruto de este movimiento se da el comienzo de cada nuevo mes gracias a las señales de dicho astro, el cual adquiere el aspecto de una fina medialuna, cuando es el comienzo del nuevo mes judío, a partir de ese momento, ella continúa creciendo hasta que alcanza su tamaño máximo a la mitad del mes y entonces comienza a disminuir hasta que ya no se la puede ver, quedando invisible durante aproximadamente dos días para luego volver a aparecer y así recomenzar el nuevo periodo sobre el que se soporta dicho calendario.
Ciclo que dura aproximadamente veintinueve días y medio lo que hace que los meses sean irregulares para poder completar dichos ciclos acordes a nuestros calendarios, por lo que a veces estos se cuentan de 29 jaser o faltante, o de treinta días, malé lleno מָלֵא. La Torá establece las festividades judías de acuerdo con los días del mes, los cuales se denominan Rosh Jodesh, Cabeza del Mes, fecha que regularmente es un día que tiene el carácter parcialmente de festivo en busca de lograr un verdadero Tikum.
El tiempo hace parte de nuestras rutinas y dentro de esa visión las horas, shaáh שעה, los minutos y los segundos tienen una enorme preponderancia y aunque son instantes que se entrelazan entre el pasado, el presente y el futuro, realmente son más que eso, quizá por ello para los judíos la hora tiene un significado especial, siendo por ejemplo la tercera hora del día, más o menos las tres de la mañana, el tiempo que se calcula tomando el total de luz del sol de un día en particular, desde la salida del sol hasta la puesta de este, como instantes especiales para orar.
Tengamos en cuenta que cuando el Creador hizo el tiempo, primero, creó la noche y después el día y es por ello que el calendario judío, comienza con la noche que lo precede, mientras que el día en el calendario secular comienza y culmina a medianoche, siendo además el Shabat el inicio de la nueva semana, el cual comienza logicamente el viernes en la noche. Visión que soporta también el encendido de las lámparas de yahrzeit, la noche antes del aniversario del fallecimiento de la persona o incluso en la fecha de su cumpleaños: Yom hu’ledet sameach, יום הולדת שמח.
Josué, יְהוֹשֻׁעַ Yhwh, salvación, como líder nos recuerda que todos los días nos proyectan la importancia de todas las fechas incluso aquellas en que están restringidas ciertas actividades, como a la vez algunos trabajos, ya que dan inicio a todo desde la noche anterior, aunque la excepción a la regla se da en algunos de los días de ayuno los cuales comienzan con el alba, alot hashajar. Con todo y ello el momento exacto en el que comienza la noche depende de la puesta del sol y del crepúsculo, que va desde la puesta del sol, shkiá, hasta que se hacen visibles tres estrellas, tzet hakojavim.Más lo importante para reflexionar como creyentes es comprender que a cada instante estamos llamados a honrar a nuestro Creador y su obra.
El Texto de Textos nos revela en Efesios 5:16, “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.
Oremos para degustar de cada segundo y día de esta vida.