¿Poder?
El Texto de Textos nos revela en Isaías 50:4, “Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios”.
Cada letra como signo contiene un trazado, una señal que nos proyecta un significado que como concepto nos reproduce una imagen que emite ese sentido que encierra en si un mensaje divino que cada quien interpreta de acuerdo a sus conocimientos y creencias, siendo Alef א, como primera letra del alfabeto hebreo quien gracias a esos destellos reproduce esos movimientos lingüísticos que percibimos a través de nuestro entendimiento, para que Bet ב encienda más que esa Luz en nuestra creación nuestro reconocimiento dentro de las tinieblas gracias a esas bendiciones, berajah, ברכות, de Su Palabra.
Nuestra dimensión mental lee estas chispas de Luz provocando un despertar interior y a la vez una regeneración de su esencia, debido a que el pecado nos hizo perder esa comunicación con el Padre Celestial, lo que implica que Bet, ב, resignifique como concepto la forma de acercarnos a Él a través de cada nuevo movimiento de esos signos lingüísticos que al integrarse forman palabras como bayit, בַּיִת,casa, habitación, las cuales nos otorgan esas ideas de cómo integrarnos a Él en pro de liberarnos de esa esclavitud y oscuridad que nos sofoca, gracias a esa iluminación, que visionada como información nos llama a ser parte de su obra al comunicarnos inicialmente con nosotros, luego con los otros y con Él.
A través de la semántica le damos unos significados a nuestras vivencias plagadas de milenarias confusiones, por lo que es esa grafía y su trazado de cada letra original el punto de partida para buscar ese sentido trascendente, apoyándonos para ello en la misma gematría que no solo le da un número a cada signo sino un significante por lo que bet como cuadrado o rectángulo nos debe proyectar esa verdad a través de la cual se nos propone crecer a través de ese núcleo familiar, Mishpaj, משפחה, eje de nuestras vidas, gracias a un hogar que nos debe formar en ese amor que debe movilizar nuestra voluntad hacia esa última morada, para lo cual nuestra mente nos sirve como recipiente de esa Su Luz.
Caleb כלב, nos denota a través de los mensajes Bíblicos, que Él está acompañándonos en todo lo que hacemos debido a que todo lo que visionamos como nuestra realidad es producto de una narración lingüística, si es una secuencia imaginaria que tiene que ver con esas chispas de Luz que reproducimos a través de nuestro lenguaje como expresiones en las cuales nos recreamos siendo indispensable por lo tanto, confiar plenamente en Él y Su palabra, lo que quiere decir tener mucho cuidado no solo con lo que pensamos y decimos sino con el poder que le entregamos al significado de dichas expresiones con respecto a nuestras vivencias o las expectativas que le dan sentido o no a todo.
Nuestro cuerpo como templo, nuestras casas, iglesias, ciudades, en fin, nuestras vidas deben ser guiadas por esa Su palabra y estas por ese amor servicial para que así nuestra mente que reproduce esa dualidad exteriorizada como principio rector de la creación, en vez de seguirnos separando o fragmentando nos guie gracias a ese fluir poderoso que como fuerza motriz me‘od מְאיד, nos lleve a ser parte de esa unidad creativa que provoca el movimiento de todo y nuestro renacimiento a partir del sentido de nuestras palabras.
El Texto de Textos nos revela en Juan 8:7, “Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra”.
Oremos para que todo nos simbolice nuestro hogar celestial.