Mi kabbala – 29 de Adar II -5784 / lunes 8 de abril del 2024

¿Dar?

El Texto de Textos nos revela en Números 15:21, “de las primicias de vuestra masa daréis a Jehová ofrenda por vuestras generaciones”.

Hay quienes hablan de hacer sacrificios especiales, obviando que nuestro Señor Jesucristo hizo el mayor por nosotros al humanarse. Es por ello incluso que esta experiencia física que Él mismo vivió debe vislumbrarse igualmente como un aprendizaje y una oportunidad, gracias a una serie de vivencias que voluntariamente nos deben integrar al Creador transformándonos conscientemente de lo material a lo espiritual, desde esa perspectiva el pecado cual levadura, שְׂאֹר, seor, solo nos recuerda que lejos de Él nos oscurecemos: perdemos nuestra identidad, producto que seguimos reproduciendo pensamientos y acciones erróneas realmente indignas y que deberíamos evitar.

Para nadie es un secreto que en este mundo del pecado, aun queriendo hacer el bien nos enredamos en temas y circunstancias que nos llevan a actuar inconscientemente en contra de esa perspectiva que habíamos planeado. Inconsciente colectivo que reacciona incluso antes que nosotros conscientemente lo hagamos imposibilitando nuestra voluntad, por lo cual necesitamos de su guía, de sus mandatos, para no seguir viéndonos abocados a ser controlados por una especie de fuerzas externas que solo nos generan caos, תַּהֲפוּכָה, tahafuja y desesperación.

Lucha contra el pecado para la cual necesitamos de Su apoyo, de la oración, del estudio Bíblico, del ayuno, del servicio y la misericordia pero sobre todo de la guía del Espíritu Santo que trabaja por y para nosotros, reiterándonos constantemente que ya nuestro Señor Jesucristo venció dichas fuerzas y nos redimió de la muerte, גָּאַל, ga`al, principal efecto de dicha desobediencia, siendo nuestra única obligación gracias a la Fe en Él, mantener el rumbo de retorno, al seguir sus mandatos integrándonos así al todo a través de Su obra dándole así a esta vida terrenal un propósito.

Dar, venatnu, se lee de la misma forma de izquierda a derecha ונתנו, como una forma de recordarnos que cuando damos estamos recibiendo, no es gratuito que el mismo Creador nos expresara que es mejor dar que recibir. Términos que a su vez nos llevan al contexto de Venatanu וְנָתַ֤נּוּ, Venatnu וְנָתְנ֣וּ y Unetano וּנְתָנ֞וֹ que en gematría nos indican a través del número 512 a una gran verdad, al sumar los dígitos 5, 1 y 2, equivalente 8 Sheminí שמיני que a su vez es el número que trasciende lo secreto, lo que está reservado para el Creador, lo que está más allá del Shabat, más allá del número 7, que es la perfección y el descanso.

Bella perspectiva que nos sirve también para comprender que si en esta vida asimilamos sus mensajes, damos, amamos a través de las diarias lecciones que se nos ofrecen y que no pueden leerse como sacrificios o castigos, sino quizá como pruebas de Fe encaminándonos al servicio del Creador a través de nuestros próximos, seguramente dichos actos de obediencia nos regocijarán debido a la ayuda del Espíritu, hasta vincularnos con su fluir amoroso que a su vez nos reconecta con la misma Creación, קְשִׁירָה, Kshira, a través de Su obra si así se lo permitimos.

El Texto de Textos nos revela en Romanos 7:25, “gracias doy al Creador, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley del Creador, mas con la carne a la ley del pecado”.

Oremos para que toda enseñanza y acción sea guía por el Espíritu Santo. 

Mi kabbala – 29 de Adar II -5784 / lunes 8 de abril del 2024
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