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Mi Kabbala – 4 Adar 5784 – Martes 13 de febrero del 2024

¿Comportarnos?

El Texto de Textos nos revela en Deuteronomio 6:5, “Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”.

Los seres humanos necesitamos reglas, normas, acuerdos, תּוֹרָה‎ Torah y estos lógicamente deben propender por un bienestar que es general, de allí que el mismo Creador nos dejó una serie de estos mandatos que se reconocen para el pueblo judío como Halajá las cuales no son solo una guía para las creencias y prácticas religiosas, sino que también tienen su influencia en diversos aspectos de la vida cotidiana de este pueblo.

Los creyentes debemos comprender que aunque el término Halajá הֲלָכָה, holej, caminar, transitar, se traduce para la tradición como Ley Judía, dicha visión debe ser asumida más que desde su literalidad, como una forma de comportarnos, la cual más allá de lo que supongamos debido a nuestras conveniencias, tiene que ver con nuestra convivencia, entendiendo que esos mandatos y preceptos divinos nos revelan realmente cuál es el objetivo de nuestras coexistencias al atender la voluntad de nuestro Padre Celestial.

Así es como el Halajá se cuenta como un fundamento ético que no puede pensarse que es solo para los religiosos o practicantes sino para todos aquellos seres humanos que tengamos la intenciones de convertirnos en verdaderos hijos del Creador en esta tierra y por lo tanto, tenemos mucho cuidado de los efectos de nuestros actos entendiendo que estos son esencialmente morales. Así las cosas el sistema de la halajá nos puede servir a todos incluso sin ser practicantes del judaísmo, como una guía de vida para establecer diferencias entre el bien טָב, tab, del mal, רָע rah, especialmente en sociedades en donde a lo malo ya se le califica de bueno y en donde estamos cada vez más alejados del Creador.

Halajá presenta algunas pautas pero el Creyente debe entender que la guía del Espíritu Santo nos invita a educarnos desde niños en el amor, como regla de comportamiento y aunque hay normas como la circuncisión a los ocho días posteriores del nacimiento en una ceremonia conocida como Brit Milá, בְּרִית מִילָה o pacto de la circuncisión,  los creyentes debemos circuncidar nuestro corazón al cual le falta ese pacto amoroso con su Padre Celestial para poder vivir conforme a lo que Él nos propone en su Palabra.

Todos los seres humanos debemos familiarizarnos con el Texto de Texto y su íntimo contenido, obedeciendo צַייְתָן, Tzaytan, incluso escrupulosamente dichos mandatos y preceptos asumiendo siempre que de lo que allí se habla es de nuestra salvación la cual se logra a través del amor, el mismo que nos lleva a buscar una posición de armonía en nuestras relaciones, esas que nos permiten reconocer nuestras debilidades para que así gracias a esa fe nuestras experiencias nos permitan coexistir fraternal y servicialmente como comunidad intentando siempre el dejar que sea esa fe sea la que oriente nuestros pensamientos, palabras, interacciones e interrelaciones.

El Texto de Textos nos revela en I de Corintios 10:23, “«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo”. Oremos para vivir conforme a la guía del Creador a través de su Palabra y del Espíritu Santo. 

Oremos para vivir conforme a la guía del Creador a través de su Palabra y del Espíritu Santo.