Mi Kabbala – Av 16, 5783/Viernes 4 de agosto del 2023.

¿Educación? 

El Texto de Textos nos revela en Isaías 53:4, “ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por el Creador, y humillado”.

Regularmente nos cuestionamos al respecto de nuestros sufrimientos y hasta del por qué como humanidad nos seguimos reiterando en estos, pese a un anhelo de paz que predicamos constantemente. Cuestionamientos que podríamos responder si atendiéramos las revelaciones del Creador y nos posibilitáramos el alejarnos de tantos sentimientos egoístas y adversos que perpetuamos sin razón. Lamentos que se acentúan más cuando dejamos de percibir la Luz del Creador y nos diluimos en nuestros milenarios miedos acompañando estos de una visión mercantil competitiva que nos lleva a aniquilarnos. 

Probablemente por ello, para el calendario Judío el mes de Av אָב o Menajem Av, el que consuela, quinto mes cuando se cuenta desde Nisán, nos presenta el consuelo que el pueblo espera después de la destrucción de sus dos templos, tiempo en el que aunque se aminoran las alegrías, siendo un periodo en donde se prohíbe incluso comprar ropas nuevas o coser prendas, por ejemplo, se mantiene la esperanza que todo cambiará alejándose así esas grandes desgracias que le ocurrieron al pueblo de Israel para estas fechas por ello, el Rosh Jodesh Av, se celebra durante todo un día tras este tipo de visiones.

En el mundo occidental por el contrario contaminados por el consumo de drogas, alcohol y entornos en donde las juventudes se sumergen en diversas adicciones, se intenta con estas distracciones escapar y no pensar en el significado de la vida, obviando con ello al Creador y su luz, único Ser que nos puede dar vida y que incluso a través de su Palabra nos enseña que esas adversidades no son más que efectos de nuestras desobediencias y a la vez llamados de atención para que en vez de sufrir nos acerquemos más a Él.   

Perpetuarnos en sufrimientos y conflictos cuando todo nos indica la necesidad de reencontrarnos con el Creador no tiene razón de ser, máxime cuando Él mismo se humano para pagar por nuestros pecados y enseñarnos el camino de retorno, el del amor, ese que nos recuerda que después de la tempestad vendrá la calma y que como el mismo pueblo Judío estamos llamados a celebrar a diario la alegría, nuestro Tajanun, acostumbrándonos así a entender que nuestra oración y ayuno deben enfocarse más a servir a nuestros próximos y a la vez a colocar lo mejor de nosotros en pro del bienestar general.

Desde dicha mirada lo adverso no puede ser visto sino como una oportunidad de crecimiento a través de la cual y gracias a esas pruebas, mejoramos, siempre y cuando atendamos las recomendaciones de nuestro Creador. Y es que, si aprendemos la fórmula correcta para crecer, nuestras vidas serán más sencillas, sin complicaciones, ni preocupaciones, todo gracias a la corrección de nuestros errores, que requieren especialmente de una educación Integral basada en los principios y preceptos bíblicos. 

El Texto de Textos nos revela en Romanos 5:3, “y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor del Creador ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.

Oremos para que nuestro Creador sea nuestra calma. 

Mi Kabbala – Av 16, 5783/Viernes 4 de agosto del 2023.
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