¿Sabático?
El Texto de Textos nos revela en Isaías 11:10, “Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa”.
Mucho se habla del profundo significado del siete no solo para quienes estudian gematría o cábala, sino incluso para quienes de alguna manera reconocen que a través de los números el Creador también nos comunica de sus verdades, así algunas de ellas nos parezcan difusas, confusas o encriptadas en visiones proféticas o en parábolas, más esos números y sus cuentas nos aportar insumos para entender esos misterios y así dejemos de interpretarlos a nuestro acomodo gracias a esos nuevos argumentos que al igual que los signos lingüísticos originales son señales para reorientarnos.
Desde esa perspectiva en una buena cantidad de versículos de la Biblia encontramos ese número siete a través del cual se nos dan diversos mensajes, tantos, que incluso algunos hablan de 700 debido a que este el número de veces que se encuentra dicho signo en las Escrituras, por lo que igualmente se cree que es el Libro del Apocalipsis, el que contiene más referencias a este número, fruto que allí se describen docenas de veces: iglesias, tazas, lámparas, estampillas y toda una lista de mensajes cifrados en donde el siete es el elemento común, lo cual no es una simple casualidad ya que ese número es considerado como un símbolo a través del cual podemos entender mejor la perfección divina.
A diferencia de otros números que derivan su poder de los esfuerzos humanos, el número siete se presume viene directamente del Creador y su Espíritu séptuple, lo que quiere decir que Su identidad está estrechamente ligada al número 7 para lo cual contamos con ejemplos como el de la famosa profecía de la “Rama de Jesé” en Isaías, en donde encontramos que el Espíritu Santo vendrá a posarse sobre el Mesías en siete facetas distintas, todo un conjunto de atributos que forman la séptima esencia del Espíritu Santo ya que: “Sobre él reposará el Espíritu del Señor.
Sin embargo dentro de esa suma de reflexiones vale la pena el tomar el Shabat, no solo como séptimo día sino a través de Shmitá como el año sabático que nos lleva a entender la oportunidad que se nos brinda para reconectarnos con Él como fuente de vida, acercándonos cada vez más al punto inicial de la creación, necesitando de Shmitá para que nos regrese a Él ya que cuando la creación se convierte en un recuerdo borroso, como humanidad sentimos que este mundo nos distrae y nuestros conocimientos nos desenfocan así que Shmitá שמיטה es un Shabat para la tierra en el cual todo cambia..
En un nivel más profundo, Shmitá es un tiempo para que volvamos a nosotros mismos ya que por un lado, nos recuerda de nuestra inherente pequeñez e ineptitud, desafiando nuestro sentido de dominio del mundo y por otro, acentúa nuestra grandeza ofreciéndonos un puente para que contemplamos mejor el significado interno de un año, tiempo en que estamos llamados a reconectarnos con nosotros y los asombrosos momentos de la creación para acercarnos así más con nuestro Creador, así que ese séptimo año se convierte en la oportunidad para que nuestra fraternidad se multiplique setenta veces siete.
El Texto de Textos nos revela en Juan 14:27, “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Oremos para que el Espíritu Santo nos revela los misterios de la creación.